31 de octubre de 2012

¿Sabés quién soy yo?

La palabra "nepotismo" en sí, no es demasiado conocida. Pero todos sabemos bien de qué se trata el acomodar parientes, socios y parejas en la admnistración pública o similares. 

El colocar a alguien cuyo único mérito es ser -por ejemplo- hijo de un poderoso es de ese tipo de práctica que todos criticamos pero a la cual, todos toleramos. Esto es propio del provincianismo uruguayo: chusmeamos por lo bajo pero somos incapaces de siquiera intentar algo para cambiarlo.

Entiéndase bien algo: todos los hijos -o los familiares- de la gente famosa o importante tiene el derecho a trabajar y a conseguirse su lugar en la sociedad. Está claro que no podemos ponernos en cazadores de brujas si algún apellido conocido tiene un puesto de jerarca. El problema es que ese familiar tiene que tener el MISMO derecho que uno, que es un García cualquiera. Y eso es algo que está muy lejos de acontecer en la vida diaria.

Pero no le echemos el 100 % de la culpa al ministro o al gerente. No sería nada fácil para ellos si esta práctica no estuviera tan aceptada por la sociedad en su conjunto, incluyendo -naturalmente- a quienes la sufren a diario. Pude comprobar personalmente cómo a un importante dirigente de un partido tradicional -nada combatiente de nepotismos ni amiguismos en sus actividades empresariales ni políticas- le parecía lo más natural (y lógico) del mundo que los gobernantes de su odiado Frente Amplio incurrieran en las mismas prácticas.

Sin embargo, no es necesario llegar hasta los cargos jerárquicos de ningún organismo público, intendencia ni liderazgo sectorial. Lo podemos ver todos los días en actividades mucho menos prestigiosas. 

¿Cuántas veces escuché la frase del título de esta entrada mientras atendía a alguien por algún trámite administrativo?. ¿Cuántos no arguyeron ser primos del hermano de alguien importante cuando le dijeron que le podían dar número para dentro de unos días?. 

La corrupción no es exclusiva de los poderosos. No existiría si no votáramos a ese estúpido puesto en el primer lugar de la lista por su influyente padre ni cuando nosotros repetimos -en pequeño- las prácticas de aquel que se saltea esperas, colas, multas, concursos o licitaciones porque tiene amigos en los lugares claves.

El tema no es menor: quizás el día de mañana nos atropelle con su auto el hijo de un jerarca que sabe que no le va a pasar nada o nuestros propios chicos no encuentren un trabajo acorde a sus merecimientos porque ese lugar lo ocupó alguien que tiene un apellido adecuado. 

La solución está en nosotros mismos.       

19 de octubre de 2012

Cosa 'e Mandinga 1

LOS BLOGS

Se da por inaugurada una nueva serie, donde intentaré reflexionar un poco sobre los inventos que en los últimos años han cambiado unas cuantas cosas en nuestras vidas.  No pretendan encontrar acá sesudos análisis de circuitos, bytes, chips y nada que tenga que ver con algo parecido a la ingeniería. No es mi palo. La intención, acá, es pensar -por ejemplo- cómo son ahora nuestras comunicaciones con la llegada de los sms y el mail o, cómo nos relacionamos con la música al tener la posibilidad de bajar toneladas de discos. Para la primera entrada, voy a referirme directamente al avance de la tecnología que estás viendo en este momento.

Cuando yo era chico, uno de mis juegos preferidos -y personales- era hacer que realizaba una publicación. Ya sea un diario, una revista deportiva o cualquier otra cosa por el estilo. Ya de mayorcito, dejé de escribir papeles con lapices Faber pero me quedó en la cabeza eso de tener algo parecido a una columna en una revista, ya que ni por casualidad mi sueño -ni mi hobby- sería ser periodista o tener un medio escrito.

¿Quién me iba a contratar para escribir algo?. Si bien conseguí que alguna vez se me publicara un par de notas en medios bastante poco leídos -por llamarlos generosamente- ¿de qué forma podría hacer lo que yo quiero, que es sencillamente escribir sobre los diferentes temas que me interesen y sobre los que yo considere tenga algo sustancioso que decir?.

Hace unos 15 años me enteré de la existencia de algo parecido, que eran unas páginas donde uno podía hacer una limitada elección de opciones, describiendo sus gustos y sus ideas. Era bastante insatisfactorio, por cierto, pero me dejó picando el bichito de que alguna vez sí pudiera tener algo así como lo que quería en mi infancia, pero en el ciberespacio.

Esa página de Internet que cualquiera puede administrar sin costo, presentando un producto gráfico de calidad bastante superior a mis "publicaciones" en lapiz y papel, con libertad total para escribir sobre lo que uno quiera, sin restricciones y cuantas veces uno quiera, es un buen ejemplo de uno de esos adelantos tecnológicos que han ingresado con naturalidad a nuestras vidas sin que nos hayamos puesto a pensar qué gran cambio ha traído a muchos de nosotros.

Hay blogs con todos los temas imaginables y mucho más, desde quien se ha dedicado a seguir -día a día- a un actor o cantante idolatrado al escritor, famoso o no, que lo utiliza como una pantalla para promocionar sus charlas y publicaciones; desde quien intenta intercambiar conocimientos con quienes compartan alguna afición (y las hay de las más raras), quien hace comentarios de cine o de fútbol o gente que los ha convertido en sus diarios personales, donde cuentan sus estados de ánimo o sus
ocurrencias, incluyendo fotos de hijos, amigos y amantes.

Las posibilidades técnicas que presentan empresas como Blogger -la utilizada aquí, pero que no es la única que tiene buen nivel- permiten a alguien sin grandes conocimientos informáticos ni gráficos realizar una página -casi- de nivel profesional, algo que hace muy pocos años era de ciencia ficción. Solo hay que dedicarle unas horas al diseño, algo que la mayoría, en realidad, descuida.

Ahora podemos escribir libremente sobre aquello que nos interesa, sacarnos ese berretín de dar cátedra sobre aquello que creemos saber (ej: mis historias de cine y de jazz), sin pedirle permiso a nadie. Con un poco de paciencia, tenemos un medio para expresarnos, casi como si fuéramos dueños -y no empleados- de un semanario real.

La polémica -unos diez años después de haberse masificado el blog- ya es sobre si tienen futuro o si van camino a la extinción. Redes sociales utilizadas por un enorme número de usuarios -Facebook y Twitter, claro- amenazan la afición de muchos de nosotros por mantener nuestros propios blogs y por leer los de otros. Además, ¿cómo encontrar los que pueden interesarnos en ese inmenso espacio donde millones de páginas están ahí pero no sabemos como llegar a ellas?. Perdoname, Google, pero nunca ha habido un motor de búsqueda como la gente, que yo sepa.

Llegando a  los cinco años de existencia de "Alvaro Fagalde en línea", lo cierto es que sigue gustándome tanto como en 2007 estar subiendo entradas aquí, aunque no sea un blog masivo ni haya sido capaz de crear nada parecido a una comunidad. Pero en este espacio he podido expresar muchas cosas que de otra manera no podrían haberse dado a conocer (aunque sea a poca gente) y no sólo escribir, dado que he podido compartir música, fotografías y videos aprovechando las posibilidades multimedia del blog, lo que ha sido en varias entradas mucho más que un adorno.

La inmensa mayoría de los blogs se pierden en el tiempo, fatigando a sus autores que no les dan continuidad. Quizás en el futuro el número de blogs sea mucho más manejable por simple decantación y podremos ir más fácilmente a los que nos puedan interesar.       
 

12 de octubre de 2012

"El sacrificio" de Andrei Tarkovski

Andrei Tarkovski realizó su última película en 1986 ya enfermo de cáncer. Reponiéndose del semi fracaso de "Nostalgia" (1982) -interesante pero poco para lo que solíamos esperar de él- realiza la que probablemente sea su obra maestra, superior a "Andrei Rubliev", "Solaris" o "El espejo". 

Un hombre (Alexander) vive aislado del mundo en una isla -o algo así- cuando se entera, junto a su mujer, su hijo pequeño y algunos amigos, del fin del mundo. Angustiado, acude a su empleada doméstica con fama de bruja que calma sus dolores y le promete la salvación del mundo -o de la muerte individual, que sería lo mismo, como parece sugerir en todo momento la película- si hace el amor con amor.

Alexander, hombre culto, sensible, preocupado pero, pese a eso -o probablemente, como consecuencia de ello- no es un triunfador ni un líder de esta sociedad, duda no sin razón de la fidelidad -en todo sentido- de su esposa y el sentimiento de quienes le rodean. Y al hacerlo, duda de la pertinencia del mundo tal cual es. Hasta que renuncia a sus pertenencias y a su confort, que encuentra vacío e inútil, incluso incendiando su casa.
 
Film enormemente sugestivo, elusivo, abierto, como en pocas otras oportunidades el contar su anécdota parece ser secundario. Con cualquier idea se puede hacer un bodrio y de cualquier inspiración puede surgir una obra maestra. Como siempre en Tarkovski, la forma -y la narración toda- está al servicio de lo que él quiere decir, que va muchísimo más allá de lo que entendemos comunmente como trama. Gran parte de lo que narra es difícil saber si es "real" o imaginado por el protagonista y poco parece importar tal distinción.

AQUÍ LA ENTRADA SOBRE TODA LA OBRA DE TARKOVSKI

Realizada con varios colaboradores habituales de Ingmar Bergman -gran admirador él mismo de Tarkovski- como el protagonista Erland Josephson y el fotógrafo Sven Nykvist, éste último fundamental en el resultado final. "El sacrificio" es uno de los mejores ejemplos que uno puede imaginar de una cámara -y una iluminación- perfectas para permitirle al director con ellas dar la visión del mundo que pretende mostrar.     

La muerte, la sociedad, la vida, Dios, el amor, la amistad, la juventud. Una infinidad de temas planteados en una película que hay que sentir más que interpretar y donde se dice mucho más en sus imágenes que en las palabras mismas. 



La película completa, subtitulada:

EL SACRIFICIO


5 de octubre de 2012

Historia Ilustrada del Jazz 32

EL JAZZ HOY: TROMPETISTAS

Desde hace varios años -probablemente, desde la segunda mitad de los 80- el jazz parece mantenerse -como nunca antes en su historia- quieto en su devenir, sin nuevos movimientos que colisionen con lo ya establecido, más allá del denominado "acid jazz" y de algunas esporádicas interacciones con música electrónica y similares, que hacen recordar a la fusión de fines de los 60. 

Todos parecen tener lugar en el mercado: desde los que recrean el jazz original de New Orleans -incluyendo al cineasta Woody Allen- hasta los nuevos crooners, que recrean a los (y las) grandes cantantes del pasado como Frank Sinatra, Tony Bennett, Billie Hollyday o Ella Fitzgerald. También muchos conjuntos actuales ponen al día la música de los boopers, de la West Coast, e incluso, del free jazz y los movimientos más vanguardistas del pasado.  

Simultáneamente -como tantas otras veces- la tecnología produce novedades influyentes en la música: la informática permite que cualquier músico, sin grandes inversiones ni esfuerzos, pueda grabar con calidad profesional, lo que sumado a la decadencia total en que está sumida la industria discográfica, los hace depender cada vez menos de los intereses y caprichos de los sellos.

En el panorama actual no necesariamente hay que encaminarse al pesimismo: hay una gran cantidad de músicos con talento -no solo en Estados Unidos- produciendo muy buena música y realizando recitales de elevado nivel, cobrando cachets quizás demasiado elevados como para que se presenten frecuentemente en países como el nuestro. 

Terence Blanchard (1962- ) fue el sustituto de Wynton Marsalis cuando éste abandonó los Jazz Messengers de Art Blakey. Había estudiado con el propio padre de Wynton y Bradford e impactó con su técnica al mismísimo Miles.     

Figura del neoclasisismo mucho más abierta a influencias externas que el mismo Wynton, Blanchard es uno de los nombre más importantes del jazz actual, con su impecable sonoridad, su equilibrio entre las influencias de los movimientos modernos que no desnaturalizan su estilo propio. Menos polémico y más sólido en la elección de su repertorio, se erige probablemente como el mejor en su instrumento actualmente.



INNOCENCE

ON THE VERGE

FRED BROWN
 
Mucho más bop, el texano Roy Hargrove (1969- ) bebe más de las influencias de trompetistas líricos como Freddie Hubbard, Clifford Brown y Lee Morgan. Solista desde hace unos 20 años ha realizado discos célebres como "The vibe" (1992); "Habana" (1997) -con el grupo cubano Crisol- y "Earfood" (2008).

Hargrove es un buen ejemplo de músico que ha interactuado creativamente con gente de otras corrientes, sin perder el buen gusto ni caer en la comercialidad fácil. Además de su apertura a ritmos cubanos, ha tocado en contextos de hip hop y acid jazz, sin olvidar el be bop moderno que lo caracteriza. 


STRASBOURG - SAINT DENIS

DIVINE

MAMBO FOR ROY

Wallace Roney (1960- ) tocó en los últimos años de vida de Miles Davis en su conjunto, reemplazándolo con naturalidad en el album que grabaron los restantes integrantes de uno de sus quintetos más famosos (Herbie Hancock, Ron Carter, Tony Williams y Wayne Shorter) en 1994. Sin imitar pasivamente al gran líder, Roney consigue -en ese disco y posteriormente, en su carrera como solita- estar a la altura del desafío, lo que no es poco.

Casado con la brillante pianista Geri Allen, quien tiene su propia carrera, en los últimos años ha grabado poco y parece haber entrado en una especie de semi-retiro, lo cual sería bastante lamentable, dado que seguía  tocando con singular talento, aunque no fuera el trompetista más novedoso del mundo.

ONLY WITH YOU

METROPOLIS


FMS