30 de noviembre de 2010

¿Somos ciudadanos o somos hinchas de fútbol?

Vos sos hincha de un grande, pongámosle A (que me perdonen los hinchas de cuadro chico, entre los que me incluyo). Lo sos por tu padre, tu tío, algún amigo del barrio o porque agarraste una buena racha de A cuando eras chico. No importa, sos hincha de A y querés que siempre pierda B. Querés que gane cualquiera menos B.

Si un año tu cuadro -o sea, A- compra cualquier mamotreto de jugador, un DT chanta y encima se le lesiona el único que juega a algo y sale a mitad de tabla mientras B -el eterno rival- sale campeón, vos no vas a festejar, obviamente. En este punto, se distinguen dos tipos de hinchas: el que acepta que A no jugó a nada y que B fue mucho mejor y esperará fervientemente que la cosa cambie el año que viene o, por el contrario, el que le echa la culpa de la mala temporada a los jueces, los periodistas, la AUF, la FIFA o a Tenfield. A cualquiera con tal de no admitir que B jugó mejor que su cuadro.

En realidad eso no tiene nada de malo. Nadie puede pretender que un hincha de fútbol haga fuerza por otro cuadro que anda jugando mejor que el suyo.

Aunque algunos oligofrénicos lo afirmen -y en algunos casos sea cierto que el ser hincha de uno u otro equipo es una cuestión de distintos puntos de vista sobre el fútbol- no hay diferencias ideológicas entre ser hincha de Peñarol o Nacional, de Cerro o Rampla o de Boca y River. Cada uno es del que elije y siempre sigue queriendo al mismo aunque no levante cabeza y le vaya siempre mal.

Por otro lado, en materia de política -dicha esta palabra en el sentido más general posible- creo que las cosas deberían ser muy diferentes. ¿Qué quiero decir con eso?. Ni más ni menos, que debemos pensar con cabeza propia. Por lo menos nosotros, los que no buscamos cargos ni tenemos intereses directos en cada elección.

En el Uruguay -sin que nadie que yo sepa haya hecho alguna afirmación pública al respecto- ha habido un enorme cambio cultural en la política partidaria. Se ha eliminado en gran medida aquello tan común hasta antes de la dictadura de que alguien -y no sólo una persona sino también una familia entera "era" blanca o "era" colorada. Votaban a su partido, sin importar quién estuviera ni qué pasara.

Otro gran cambio inédito en nuestro país fue la desaparición de la heterogeneidad de ambos partidos tradicionales que, desde siempre abarcaban gran parte del espectro político conteniendo fracciones muy diferentes entre sí, frecuentemente enfrentadas duramente. Es más, los dos partidos tienden a parecerse cada vez más y a tener intereses comunes.

Como todo el mundo sabe, el 1º de Marzo de 2005 asumió el Poder Ejecutivo el Frente Amplio. En buen romance, los que siempre fueron oposición y nunca tuvieron el poder, ahora lo tenían en soledad y, al mismo tiempo, por primera vez eran oposición los que siempre estaban en el gobierno, ya sea directamente o en coalición. Como era lógico suponer, tanto unos empezaron a justificar lo que antes criticaban como los otros comenzaron a preocuparse por lo que antes no les importaba.

No me importan los dirigentes. Me preocupa esa cantidad de gente que están esperando que les digan lo que tienen que pensar. Los que jamás verán algo positivo en el de la vereda de enfrente. Los que aplauden una cosa si la hace su partido y están en contra si eso mismo lo hacen los otros. Que ven la corrupción en el ojo ajeno pero nunca la propia. Que ven el mundo en un muy simplista blanco y negro, creyendo que todos los virtuosos están de un solo lado.

Me parece perfecto si alguien quiere "ser" de un partido, sentirse parte de él y/o estar afiliados. El problema -creo- es cuando comenzamos a aceptar pasivamente ABSOLUTAMENTE CUALQUIER COSA que digan los dirigentes de nuestro "equipo" o cuando usamos cualquier argumento -o lo que es lo mismo, repetimos como unos loros los argumentos que usan "nuestros" políticos- sin pensar jamás su pertinencia. Todo con tal de "reventar" a los rivales.

Creo que debemos ser ciudadanos y no hinchas de fútbol que apoyan a un cuadro aunque sea el peor del campeonato. Preferir a uno, sí, pero no al punto de entregarles un cheque en blanco, para que después hagan cualquier desastre y uno esté atrás de ellos defendiéndolos. Cuestionar, criticar, meditar. Incluso, ser capaz de cambiar el voto para demostrarles que ellos se lo tienen que ganar si lo quieren. Y escuchar a los demás, sin demonizarlos.

P.D.: Por cierto, no crean que digo lo que he dicho apuntando a un sólo partido. El que esté libre de pecados, que arroje el primer cascote.

25 de noviembre de 2010

Historia Ilustrada del Jazz 14

MILES DAVIS: SIEMPRE HACIA ADELANTE.

La muerte de Charlie Parker coincidió con -pero no provocó, en realidad- el declive del bebop, por lo menos en su vertiente original. Agotada en sí misma la novedad y comenzando a repetirse -como ha ocurrido varias veces con otros estilos- sus herederos construyeron el jazz moderno y dieron paso directamente a dos movimientos aparentemente opuestos: el cool jazz y el hard bop.

El origen del cool ("fresco", más que "frío") puede rastrearse en varios de los experimentos de Lennie Tristano, pero nació "oficialmente" con el disco de Miles Davis justamente llamado "Birth of the cool". Davis, sin embargo, trasciende largamente a ese estilo para ser, indiscutiblemente, uno de los nombres más importantes de toda la historia del jazz. Es el único caso de un líder que dio origen a varios cambios de rumbo dentro de la música improvisada.

Miles nació en 1926 en un hogar de clase media y a los 13 años sus padres pudieron pagarle clases particulares de trompeta. En 1944 consigue entrar -con un breve contrato de dos semanas- en la orquesta de Billy Eckstine donde coincide con Dizzy Gillespie y Parker, al que admira incondicionalmente. Al año siguiente firma un contrato con Benny Carter pero lo deja cuando consigue tocar con Bird, pero éste al poco tiempo sufre un colapso psiquiátrico y abandona por un buen tiempo la actividad.

Se dice que en esa época, al compararse con el fenomenal Dizzy, supo que nunca podría superarlo en su estilo y que debía buscar por otros caminos para triunfar. Las grabaciones de esos años nos muestran a un Miles que no pasa de ser un buen trompetista pero nada más. Lo cierto es que en 1948 -aún muy joven- se desprende definitivamente del bop al unirse a gente bastante diferente como Sonny Rollins o Gerry Mulligan. Trabajando con el refinado compositor y arreglador canadiense Gil Evans, graba el referido "Birth of the cool" que, con una formación de nueve músicos que incluía instrumentos muy poco usados en jazz como la tuba o el corno francés, dejaba atrás la agresividad y la angustia del bebop para intentar un sonido mucho más "agradable" a los oídos sin perder en lo más mínimo la creatividad y la exigencia.

DECEPTION

VENUS DE MILO

Siguió grabando -como líder o como colaborador- tuvo un éxito fluctuante y entró, como la gran mayoría de los cools, en adicciones bastante dañinas, en su caso de heroína. Recuperado en 1955, comenzó a grabar y a actuar permanentemente, tanto en Estados Unidos como en Europa -especialmente Francia- donde en 1958 grabó -improvisando mientras visionaba la película- la banda sonora de "Ascensor para el cadalso", dirigida por Louis Malle. En esos años realizó varios discos excelentes, en el que se destaca "Sketchs de Spain", donde ya podemos oir plenamente el estilo asordinado, sin vibrato, con un sonido pleno y único.

Al volver de París, incorporó a dos formidables saxofonistas: "Cannonball" Adderley y John Coltrane. En el año 1959 graba -con la invalorable colaboración del gran pianista Bill Evans, inicialmente objetado por Coltrane aduciendo que un blanco "afeaba" al conjunto- el magistral "Kind of blue", considerado por muchos el mejor disco de la historia del jazz y el más vendido de todos los tiempos. Improvisado en los dos días de su grabación, con apenas unas pocas indicaciones del líder (un bosquejo de melodía central; el acorde guía; el orden en que los tres vientos creaban sus solos: siempre Davis, Coltrane y Adderley) fue uno de los primeros trabajos donde se presentaron temas interpretados en forma modal (un concepto muy difícil de explicar para quienes no tenemos formación docente; esquemáticamente se podría decir que es una forma de tocar música sin cambiar de acordes o cambiándolos pocas veces y en un orden restringido, pero ésta es una explicación bastante insatisfactoria). En todo caso, esta obra maestra consagró definitivamente en el primer lugar del jazz a Miles.

Pero ni el éxito ni la fama nacional que iba bastante más allá del círculo especializado aburguesó a Davis, que hasta el fin de su carrera -o por lo menos, mientras tuvo salud- nunca cesó de experimentar ni de dejar atrás el éxito seguro para ir hacia donde no había ido nadie más. Pocos años después de este suceso -y alejados prontamente sus solistas consagrados- buscó una nueva formación satisfactoria no sólo para reemplazar a quienes se habían ido sino también para intentar otra cosa. En 1963 con la llegada del saxo Wayne Shorter, que se incorporó al bajista Ron Carter, el pianista Herbie Hancock y el adolescente baterista Tony Williams, Miles tenía un plantel de talentosos músicos jóvenes, inquietos y experimentales con los que grabó varios discos interesantes y le abrió la cabeza para intentar su nuevo viraje: la invención del jazz de fusion, incorporando acordes de rock e instrumentos eléctricos.

La importancia de Miles amerita que volvamos a él en otra entrada para hablar de su última etapa.

GENERIQUE


FLORENCE SUR LES CHAMPS ELYSEES

FLAMENCO SKETCHS (Toma alternativa)

BLUE IN GREEN

20 de noviembre de 2010

"¿Qué queda del genoma humano?"

En este video estoy leyendo un fragmento del libro de mi querido amigo Guillermo Bernengo "Qué queda del genoma humano (parte 2)". Lo recomiendo sinceramente y pueden ver en el roll blogger el vínculo a la página del libro.


15 de noviembre de 2010

El Uruguay que nos mienten I

EL CASO FELDMAN

INTRODUCCIÓN
La Historia es una ciencia -de la que no soy especialista ni nada que se le parezca- en donde, a diferencia de otras disciplinas más "exactas", influyen y mucho las opiniones e ideologías de quienes las practican. Como en tantas cosas de la vida, hay quienes realizan un análisis de manera honesta, sin ocultar su posicionamiento y otros, en cambio, pretenden hacer pasar por objetivos e indiscutibles muchas aseveraciones caprichosas, cuando no interesadas.

Como pocos países, la historia del Uruguay está sembrada de misterios y frases hechas que ocultan la realidad de los hechos. En primaria y secundaria se nos enseñaba que 33 tipos se juntaron en una playa y, allí nomás, derrotaron al imperio brasilero ellos solitos. O poco menos. Ni siquiera se sabe gran parte de la biografía de nuestro máximo prócer -ahora indiscutido- ni, más increíble aún, cuándo y cómo nos convertimos realmente en un país independiente, por asombroso que parezca a algún extranjero que pueda leer ésto.

Sin embargo, es indiscutible que no puede haber una única historia de los hechos. Pero por otro lado, no TODO es opinable ni cualquier relato es aceptable. Por poner un ejemplo, podemos juzgar que Mozart era un músico mediocre, enormemente sobrevalorado -no es mi opinión, por cierto, pero puede aceptarse- pero NO podemos afirmar que era alemán, holandés ni inglés porque está comprobado que era austríaco. Eso no es opinable.

Esta nueva serie no pretende ser LA HISTORIA ni LA VERDAD sobre los temas que aborde en estos 200 años en la Banda Oriental. No va a traer grandes novedades ni revelaciones impactantes. Sólo intentaré presentar HECHOS, intentando minimizar en lo posible el espacio para el comentario personal, aunque sea inevitable que los incluya. Con honestidad intelectual, eso sí.

Comenzaré, en general, de atrás hacia adelante y en primer lugar, quiero presentar un caso ocurrido el año pasado, recordado por todos y que me parece que es probablemente la mayor estupidez política en la historia moderna uruguaya.

UN ARSENAL MISTERIOSO
Creo que todos conocen el caso. En época electoral hubo un confuso episodio en el que terminó muerto un contador ignoto llamado Saul Feldman -exactamente igual que un recordado ex juez de fútbol que tiene asimismo ese título universitario- y un policía, en un ataque a la casa en Aires Puros que tenía el mencionado Feldman. Un hecho curioso de las secciones policiales pero al otro día salió Jorge Batlle diciendo que Marenales -y el candidato presidencial del FA- estaban implicados en la enorme cantidad de armas y municiones que el muerto tenía en esa casa. ¿Por qué lo dijo?. Fue citado a un juzgado y negó saber algo. Dijo haber dado "una simple opinión política" que en realidad era -si hubiera tenido alguna seriedad- información clave para un caso policial conmocionante. En realidad eso no fue una opinión sino una aseveración sin ningún fundamento. Fue triste -lo juro- ver a un ex presidente irse de la sede judicial insultado unánimemente por los tipos que pasaban por ahí.

¡AY GUSTAVO!
Sobre el filo del comienzo de la veda electoral -donde no sólo no se puede hacer publicidad sino tampoco opiniones ni afirmaciones proselitistas- un misterioso aviso televisivo emitido en la televisión del interior "informaba" que Batlle había "confirmado" (!) que el arsenal era para el MLN, a través de Mujica y Marenales. Al contario de lo que yo pensé, el Frente Amplio reaccionó rápida y enérgicamente, demostrando que el spot anónimo había sido encargado y abonado por el Partido Nacional (cosa que en un principio negaron) calumniando y mintiendo sobre dos de sus dirigentes.


El video en cuestión. Juzguen ustedes.

En los videos se puede ver la torpe defensa que uno de los principales implicados -aparentemente el idéologo- el senador y jefe de campaña Gustavo Penadés hace de esa bazofia alegando que "estaban informando" (!) y que esa publicidad "no violaba la veda" (!!!).

En esos mismos días, el diputado Gustavo Borsari interpelaba al ministro del Interior Bruni preguntando a los alaridos cómo era posible que en dos días de investigación los bomberos aún no tuvieran la información completa sobre lo que había pasado en Aires Puros, insinuando -o más que esos- que estaban ocultando algo. La historia ya lo juzgó.

PREGUNTAS
¿Por qué sólo se difundió en el interior del país?. Obviamente, porque los partidos tradicionales -en este caso, los blancos- consideran que la gente de afuera todavía se sigue asustando cuando les mentan a los tupamaros, la guerrilla, el marxismo y el comunismo. Supongo yo que consideran a Montevideo como una plaza perdida. Lamentablemente para ellos, a pesar de que se dedican a la política, aún no saben que el Frente es la fuerza más votada en el total de los 18 departamentos del interior.

¿Para qué existe la veda electoral si cualquiera la viola cuando se le canta?. ¿Cómo puede alguien decir que ese video no es propaganda?.

¿No tienen un sólo argumento real para criticar al gobierno de la izquierda -yo creo que hay unos cuantos- que tienen que salir con estas MENTIRAS y con la misma pelotudez de siempre del cuco del comunismo y los tupamaros?. Una muy sencilla: al argumento enormemente obvio de que Mujica fue un guerrillero, uno puede oponer sin mucho esfuerzo que no sólo fue largamente torturado y estuvo preso en condiciones inhumanas durante años sino, directamente, que hace veinticinco (25) que él y los otros dirigentes del MLN salieron y se integraron a la vida política legal. Y que el año pasado se presentó para un cargo electivo dentro de la legislación democrática, igual que cualquier otro ciudadano. Además, ¿justo cuando estaba a punto de salir electo presidente como salió, va a meterse a contrabandear armas?.

¿El fin justifica cualquier medio?.


Reacciones del Frente Amplio contra el spot


La opinión de "Darwin Desbocatti"

10 de noviembre de 2010

Cine: Historia Ilustrada 13

HOLLYWOOD CONSOLIDADA COMO INDUSTRIA SONORA

Después de las primeras dificultades, el sonido consiguió imponerse definitivamente entre el público y, rápidamente, todos los estudios en Hollywood -y las salas controladas por ellos- comenzaron a adecuarse para realizar y proyectar las películas con la novedad.

Después de dos o tres años, la técnica mejoró sensiblemente y, como veremos en algunos ejemplos en esta entrada, las voces se escuchaban bien, con perfecta sincronización. Las cámaras se hicieron progresivamente más livianas y se conseguían insonorizar con rieles adecuados. Pronto se pudo filmar con sonido en exteriores, aunque ello obligara a que los actores doblaran sus parlamentos en estudios. Sin embargo, la grabación de ruidos y de música (junto a las voces, los tres componentes fundamentales de la banda sonora, registrados por separados y mezclados posteriormente) se incorporó progresivamente y durante mucho tiempo se filmaron películas donde sólo se escuchaban cuando eran imprescindibles. En el video de "Drácula" aquí presentado podemos oír solamente los diálogos de los actores, algo que parecía muy normal a los espectadores de la época pero que a nosotros nos parece artificial porque estamos acostumbrados a que una escena así nos presente los ruidos hechos por los pasos de los personajes además de una música adecuada.

Si bien los inconvenientes de los primeros tiempos del sonoro (escasa movilidad de la cámara, aumento de los costos para rodar, deficiencias y poca naturalidad del sonido resultante) dieron pie para las quejas de muchos detractores que seguían defendiendo que el cine fuera mudo -entre los más famosos: Chaplin, René Clair y Eisenstein- por considerarlo un arte de la mímica y la expresión visual, lo cierto es que el sonido permitió una mayor naturalidad al suprimir los intertítulos -que a veces eran molestamente numerosos- y más expresividad al oír directamente las palabras de los actores.

Como ya se ha dicho, mucha gente tuvo dificultades con este cambio, empezando por actores extranjeros que hablaban con pésimo acento el inglés, o quienes sin tener problemas con el idioma tenían una voz inadecuada o una dicción poco profesional. También quedaron sin empleo los músicos particulares de las salas, incluyendo en Japón -un dato ignorado en ese momento en el extranjero- a los benshis, quienes tenían la curiosa función en las proyecciones mudas niponas de decir los parlamentos de todos los personajes, incluyendo la producción de los ruidos. Por otra parte, la adopción del sonido obligó a la contratación de libretistas y directores de teatro acostumbrados a las representaciones con diálogo e incluso de foniatras y profesores de declamación que ayudaran a las estrellas con problemas.


Fragmento de "Scarface" (1932) de Howard Hawks


Fragmento de "King Kong" (1933) de Cooper y Schoedsack


Fragmento de "Lo que sucedió aquella noche" (1934) de Frank Capra

Otra de las consecuencias fue la creación -o revitalización- de algunos géneros. Uno muy obvio es el cine musical, que se desarrolló con gran éxito, probablemente porque mucha gente quería ir al cine para evadirse, en un momento trágico por la Depresión de 1929. Uno de sus más curiosos cultores fue "Bubsy" Berkeley con sus formaciones coreográficas (foto 1). El cine de aventuras no dejó de ser rentable sino todo lo contrario, incluyendo el subgénero de gangsters a partir de "Scarface" (1932), dirigida por el experto en acción Howard Hawks, que se basaba sin mucho disimulo en la vida de Al Capone, recién encarcelado. Las ametralladoras disparando y los automóviles persiguiéndose eran un espectáculo excitante para las multitudes. También el terror tuvo su primer período de auge con las versiones iniciales de "Drácula", "Frankestein", "El hombre invisible", etc.

En cambio, varios de los cómicos mudos vieron complicada o arruinada su carrera. Prácticamente, los únicos que hicieron la transición sin problemas fueron Oliver Hardy y Stan Laurel, (foto 2) conocidos entre nosotros como "El Gordo y el Flaco", básicamente porque su comicidad no dependía ni de la palabra ni de una exagerada mímica. En contrapartida, tuvieron una carrera exitosa a partir del sonoro W. C. Fields -un veterano que hacía reir con su verborragia nihilista-, Mae West (foto 3) -una comediante picante y censurada, aunque nunca se desnudó ni nada que se le parezca- y los Hermanos Marx, que venían de una larga carrera en el music hall de Broadway y tenían por un lado a "Groucho", que hablaba sin parar y a "Harpo", que hacía de mudo, pura mímica.

A cambio de la desaparición del slapstick se produjo -no siempre como mejora- el surgimiento de la comedia sofisticada, basada en gran parte en los diálogos y ubicada sobre todo en ambientes adinerados, continuación de la comedia pícara que con gran éxito había realizado frecuentemente Cecil B. de Mille antes de embarcarse en superproducciones espectaculares. Este director tuvo dos sucesos históricos con un poco de escándalo con "El signo de la cruz" (foto 4) en 1932 -sobre la época en que los romanos perseguían a los cristianos- y "Cleopatra" (1934), ambas protagonizadas por la sofisticada Claudette Colbert. Esta actriz francesa, junto al ascendente Clark Gable eran la pareja despareja de "Lo que sucedió aquella noche", una de las escasas comedias que ganaron el Oscar a mejor película. En este caso, también lo consiguieron ambos intérpretes y el director, algo que ocurría por primera vez y que sólo se repitió dos veces hasta hoy. Poco después la censura complicaría mucho las cosas.

El problema más serio era el público de otros países que no hablaba inglés, o en general, las películas sonoras que se vendían a mercados que tenían otro idioma, problema mucho más fácil de solucionar en el cine mudo. Una primera solución que se adoptó durante varios años fue filmar versiones en otro idioma, generalmente después que terminaba el rodaje de la versión principal y realizadas por directores, técnicos y actores poco conocidos -y cotizados- aprovechando los escenarios y vestuarios originales. Este sistema bastante engorroso fue abandonándose en primer lugar por el doblaje -enviando la banda sonora con ruidos y música pero sin diálogos- o con el subtitulaje, tal como se realiza hasta hoy.


Fragmento de "Dracula" (1931) de Tod Browning


Fragmento de "Soy un fugitivo" (1932) de Melvin Le Roy


Fragmento de "Una noche en la ópera" (1935) de Sam Wood

5 de noviembre de 2010

Tres años de este blog

Sí, señores y señoras. Este blog cumple 3 años y aunque nunca aquí se había celebrado aniversario alguno, este año sí andaba con ganas de hacerlo.

Comenzó siendo un experimento vacilante de alguien que no sabía cómo blogear y que se renovaba apenas una vez por mes hasta que fue creciendo enormemente hasta llegar a ser la cosa insignificante que es hoy. Un placer para quien lo va creando en sus ratos libres, que disfruta cuando termina el largo esfuerzo de realizar cada una de las entradas, más allá de comprobar que no es ni por asomo el blog más visitado del paisito; tema que no me angustia, por cierto.

Hoy, con más de 100 entradas en el archivo -y varias más borradas alguna vez por impericia- es visitado por un promedio de 25 personas por día (incluyendo cuando yo entro para hacerlo) y seguido por algunos navegantes en varios países alejados, especialmente España, Estados Unidos y México. Pero quiero dar gracias especiales a quien me sigue desde ciudades como Sunshine (USA), Mountain View (USA), Cabot (USA), Valencia (España) y también las más previsibles Buenos Aires, Santiago, Lima, Caracas, Barcelona, Madrid, D.F. y Guadalajara (México) y, para mi estupor, hasta en Saint Martin (que supongo serán las islas que pertenecen a Francia). Sean de donde sean, me dan un poquito de orgullo -aceptémoslo- y espero que disfruten de pasar seguido por acá.

Sin falsas modestias, creo que acá se han visto algunas cosas interesantes y diferentes que -supongo- le habrán gustado a los escasos visitantes: además de algunos cuentos y poemas de grandes de la literatura y de la sección de música (que no se parece a ninguna otra), también concreté ideas originales muy bien aceptadas como la serie "¿Las mujeres son todas putas?"(*) y otras recibidas con bastante indiferencia como las historias del jazz y del cine.

Aunque no sean muchos, no puedo invitarlos a una comilona así que de regalo van algunos placeres, de esos que a veces se pueden encontrar en este espacio en la red para quienes quieran disfrutarlos:

MUSICA (para oir):

1- Jazz, por supuesto. Uno de los más grandes de todos los tiempos: Sonny Rollins. Y uno de los más sugestivos temas del género : "Around midnight".



2- No jazz, ahora. "Pueblo blanco", otro de los temas que, como supongo, aunque es conocido por todo el mundo no deja de ser una obra maestra absoluta. No quiero ni pensar lo que debió haber sido escucharlo cuando aún se mantenía la dictadura franquista, aunque quizás se perdió en el medio de "Mediterráneo", el mejor disco de Joan Manuel Serrat, repleto de maravillas.



3- Este es un tema bastante poco recordado de Jorge Drexler pero para mí es una obra maestra total, donde recuerda sus orígenes judíos, denunciando con ingenio y originalidad el exterminio en la Segunda Guerra Mundial y sus continuaciones hoy mismo: "El pianista del ghetto de Varsovia".



MUSICA (para ver y oir):

Cuando pensé en incluir un tema musical, no lo dudé un segundo. "Shine in your crazy diamond", de Pink Floyd. Lo escuché por primera vez de un casette en un viejo walkman y no podía creer lo que oía. Terminó y seguí sin poder creerlo.



PARA VER:

Alguna gente piensa que las peliculas de Andrei Tarkovskii eran simplemente "de gente hablando mucho". Llamó la atención desde su debut pero el reconocimiento pleno sólo llegaría cuando ya era demasiado tarde. Esta es la escena final, puramente visual, de su obra maestra más publicitada: "Solaris".



Esta es una animación argentina que me pareció original: "Los siete pecados capitales" y qué pasa cuando están juntos.




LECTURA:


Y para finalizar, un fragmento de la mejor novela de la historia de la literatura (que ya ha tenido su lugar aquí) "En busca del tiempo perdido", de Marcel Proust. En este caso, el comienzo del 3er. libro llamado "El mundo de Guermantes":


El piar matinal de los pájaros le parecía insípido a Francisca.
Cada palabra de las chicas la hacía sobresaltarse; molesta por todos sus pasos, interrogábase a cuenta de ellos; es que nos habíamos mudado de casa. Verdad es que las criadas no bullían menos en el sexto de nuestra antigua morada; pero Francisca las conocía; había hecho de sus idas y venidas cosas amigas. Ahora prestaba hasta al silencio una atención dolorosa. Y como nuestro nuevo barrio parecía tan tranquilo como ruidoso era el bulevar a que hasta entonces había dado nuestra casa, la canción (distinta de lejos, cuando es débil, como un motivo de orquesta) de un hombre que pasaba hacía acudir las lágrimas a los ojos de la desterrada Francisca. Así, si me había burlado de ella afligida por haber tenido que dejar un inmueble donde era uno tan bien mirado por todo el mundo y en el que ella había hecho sus maletas llorando, según los ritos de Combray, y declarando superior a todas las casas posibles la que había sido la nuestra-, en desquite, yo, que asimilaba tan fácilmente las cosas nuevas como abandonaba fácilmente las antiguas, me reconcilié con nuestra vieja criada cuando vi que la instalación en una casa en que no había recibido del portero, que aún no nos conocía, las muestras de consideración necesarias para su buena nutrición moral, la había sumido en un estado próximo a la extenuación. Sólo ella podía comprenderme; no hubiera sido, evidentemente, su joven lacayo quien me comprendiese; para él, que tenía de Combray lo menos posible, mudarse de casa, irse a vivir a otro barrio, venía a ser como tomarse unas vacaciones en que la novedad de las cosas daba el mismo reposo que si se hubiera viajado; creía estar en el campo, y un catarro de cabeza le trajo, como un aire pillado en un vagón en que cierra mal el cristal de la ventanilla, la impresión deliciosa de que había visto el campo; a cada estornudo se congratulaba de haber encontrado una colocación tan distinguida, habiendo como había deseado siempre tener unos señores que viajasen mucho. Así, sin pensar en él, yo me iba derecho a Francisca; como me había reído de sus lágrimas en una partida que a mí me había dejado indiferente, se mostró glacial respecto de mi tristeza, precisamente porque la compartía. Con la supuesta sensibilidad de los nerviosos aumenta su egoísmo; no pueden soportar por parte de los demás la exhibición del malestar a que en sí mismos prestan mayor atención cada vez. Francisca, que no dejaba pasar el más ligero de los que sentía ella, si yo sufría volvía a otro lado la cabeza, porque yo no tuviese el placer de ver mi sufrimiento compadecido, ni siquiera notado. Lo mismo hizo en cuanto quise hablarle de nuestra nueva casa. Por lo demás, como al cabo de dos días hubiese tenido que ir a buscar alguna ropa que había quedado olvidada en la casa que acabábamos de dejar, mientras yo tenía aún, a consecuencia de la mudanza, temperatura, y, como una boa que acabara de tragarse un buey, me sentía penosamente abollado por un largo baúl que mi vista tenía que digerir, Francisca, con la infidelidad de las mujeres, volvió diciendo que había creído ahogarse en nuestro antiguo bulevar, que para llegar hasta él se había encontrado completamente despistada, que no había vista nunca escaleras más incómodas, que jamás volvería a vivir allí ni por un imperio, ni aunque le diesen millones -hipótesis gratuitas-, que todo (es decir, lo que concernía a la cocina y a los corredores) estaba mucho mejor apañado en nuestra nueva casa. Ahora bien, es tiempo de decir que ésta -y habíamos venido a vivir a ella porque como mi abuela no se encontraba muy bien, razón que nos habíamos guardado de darle, necesitaba aire más puro- era un piso que pertenecía al hotel de Guermantes.
A la edad en que los Nombres, al ofrecernos la imagen de lo incognoscible que en ellos hemos depositado, en el momento mismo en que designan también para nosotros un lugar real, nos obligan con ello a identificar lo uno con lo otro, hasta el punto de que nos echamos a buscar en una ciudad una alma que no puede contener, pero que ya no podemos expulsar de su nombre, no es solo que den a los pueblos y a los ríos una individualidad, como hacen las pinturas alegóricas; no es sólo el universo físico lo que matizan de diferencias, lo que pueblan de elementos maravillosos, sino también el universo social: entonces, cada castillo, cada hotel o palacio famosos tiene su dama, o su hada, como los bosques sus genios y sus divinidades las aguas. A veces, escondida en el fondo de su nombre, el hada se transforma al capricho de la vida de nuestra imaginación que la nutre; así como la atmósfera en que la señora de Guermantes existía en mí, después de no haber sido durante años enteros más que el reflejo de un cristal de linterna mágica y de un vitral de iglesia, empezaba a apagar sus colores cuando sueños por completo diferentes la impregnaron de la espumosa humedad de los torrentes.
El hada, sin embargo, se esfuma si nos acercamos a la persona real a que corresponde su nombre, porque entonces el Nombre empieza a reflejar a esa persona, y ésta no contiene nada del hada; el hada puede renacer si nos alejamos de la persona, mas si permanecemos cerca de ésta, el hada, se muere definitivamente y con ella el nombre, como aquella familia de Lusignan que había de extinguirse el día en que desapareciese el hada Melusina. Entonces el Nombre, bajo cuyos sucesivos revocos podríamos acabar por encontrar de nuevo en su origen el hermoso retrato de tina extraña a quien jamás hayamos conocido, ya no es sino la simple tarjeta fotográfica de identidad a la que nos referimos para saber si conocemos, si debemos saludar o no a una persona que pasa. Pero que una sensación de un año pretérito -como esos instrumentos musicales registradores que conservan el son y el estilo de los diferentes artistas que los han tañido- permita a nuestra memoria que nos haga oír el nombre con el timbre particular que entonces tenía para nuestro oído ese nombre que en apariencia no ha cambiado, y sentimos la distancia que separa entre sí a los sueños que significaron sucesivamente para nosotros sus sílabas idénticas. Por un instante, del gorjear nuevamente oído que tenía en tal antigua primavera, podemos extraer, como de los tubitos, de que se sirve uno para pintar, el matiz exacto, olvidado, misterioso y fresco de los días que habíamos creído recordar cuando, como los malos pintores, dábamos a todo nuestro pasado extendido sobre un mismo lienzo los tonos convencionales y de unánime semejanza de la memoria voluntaria. Ahora bien, si, por el contrario, cada uno de los momentos que lo compusieron emplease, para una creación original, en una armonía única, los colores de entonces que ya no conocemos y que, por ejemplo, me arrebatan todavía súbitamente si, gracias a una casualidad, el nombre de Guermantes, el haber recuperado por un instante después de tantos años el son, tan diferente al de hoy, que tenía para mí el día de la boda de la señorita de Percepied, me devuelve aquel malva tan suave, demasiado brillante, demasiado nuevo, con que se aterciopelaba la abultada corbata de la duquesita y, como una pervinca inaprensible y reflorecida, sus ojos soleados por una sonrisa azul. Y el nombre de Guermantes de entonces es también como uno de esos globitos en que se ha encerrado oxígeno o algún otro gas: cuando llego a agujerearlo, a hacer salir de él lo que contiene, respiro el aire de Combray de aquel año, de aquel día, mezclado a un olor de espinos blancos agitado por el viento del ángulo de la plaza, precursor de la lluvia, que alternativamente hacía desvanecerse al sol, le dejaba extenderse sobre el tapiz de lana roja de la sacristía y revestirlo de una carnación brillante, rosa casi, de geranio, y de esa dulzura wagneriana, por así decirlo, en la alegría, que conserva tanta nobleza a la festividad. Pero aun fuera de los raros minutos como esos en que bruscamente sentimos que la entidad original se estremece y recobra su forma y su cinceladura en el seno de las sílabas hoy muertas; si, en el torbellino vertiginoso de la vida corriente en que ya no tienen más que un uso enteramente práctico, los nombres han perdido todo color como una peonza prismática que gira demasiado aprisa y que parece gris, en desquite, cuando, ensoñando, reflexionamos, tratamos, para volver sobre el pasado, de moderar, de suspender el movimiento perpetuo en que somos arrastrados, poco a poco volvemos a ver que aparecen de nuevo, yuxtapuestos, pero enteramente distintos unos de otros, los matices que en el curso de nuestra existencia nos presentó sucesivamente un mismo nombre.

(*) Mucha gente ha encontrado este blog con búsquedas del tipo "mujeres putas", "todas putas" o similares. Me parece que, lamentablemente, mis entradas los deben de haber desilusionado.