5 de marzo de 2011

El Uruguay que nos mienten 3

LA RESISTENCIA A LA DICTADURA

Por razones fáciles de imaginar, los actores directos de la lucha violenta ocurrida en nuestro país en los 70 son quienes han protagonizado los testimonios publicados sobre el período. Ésto lleva muchas veces, naturalmente, a distorsionar la historia concediéndoles un protagonismo desmesurado y excluyente a militares y tupamaros, dejando afuera a la gran mayoría de la sociedad. Si había unos 30.000 integrantes de las F.F.A.A. y unos 5.000 del MLN, es claro que habíamos un 98 % de uruguayos que no éramos ni uno ni otro.

El tema del golpe de Estado, del por qué y de quiénes, será el tema de la próxima entrega de esta serie. Ahora, prefiero referirme a un tema activado por el estreno reciente de la película "Mundialito" de Sebastián Bedarnik.

Ese documental vincula el plebiscito que perdió la dictadura miserablemente con el torneo amistoso de fútbol llamado como la película, que se realizaron con un mes de diferencia a fines de 1980. Para mi gusto, es un trabajo bastante inteligente, que deja espacio para la reflexión del espectador y es honesto al presentar los más diversos puntos de vista y dejarlos hablar bastante libremente. Varios de ellos -especialmente "Beto" Triunfo y el irritante pelado Crosa con el tema de la canción del campeonato- enfatizan demasiado para mi gusto su condición de opositores al régimen, que no parece gran cosa, sólo por el hecho de que realizaron o difundieron una cancioncita celebratoria en vez de la que habían elegido las autoridades.

Luego de retomada -aunque de a poco en los hechos- la democracia, muchos han exagerado ostensiblemente las dimensiones de la resistencia popular a la dictadura militar que usurpó el poder en Uruguay entre 1973 y 1984. Muchas veces, además, sobredimensionando su propia resistencia y su propio valor ante la prepotencia y la censura (si un extranjero ve a Crosa en el documental va a creer que fue una voz muy activa en esa lucha). Incluso, en "Mundialito" se afirma que mucha gente, durante el festejo por la obtención del campeonato, agregó el "Se va a acabar...". No puedo negar que eso haya ocurrido, pero es claro que no fue ni por casualidad la mayoría de la gente.

Mayoría que, si bien le había dado un soberbio cachetazo al engendro constitucional, no fue hasta mediados de 1983 cuando salió realmente a la calle a decirle a los uniformados que se vayan, mucho después de lo que pretende el inefable ex presentador de las ediciones de "El país".

Lo cierto es que mucha -pero mucha- gente repetía como un sonsonete en los años de plomo que "ahora no hay paros y los gurises pueden ir tranquilos a los liceos", que no había huelgas, e incluso la imbecilidad, obviamente pergeñada por los enemigos de ultraderecha aprovechando que no podía defenderse, de que Wilson Ferreira (o Ferreira Aldunate, como se decía en ese tiempo) era un infiltrado del MLN. Siempre hay una porción muy importante de la gente (o del pueblo) que comprará sin reparos lo que le quieran vender los grandes medios.

Muchos dejaron de saludar o cruzaban la calle cuando se encontraban con aquel vecino o amigo que sabían que era de izquierda. Muchos empleados públicos sembraron el rumor de que tal o cual que no les caía bien era del FA. Y muchos también (más del 40 %) votaron al SI en el referido plebiscito del 80.

Sin embargo la prepotencia, la soberbia y los acomodos ostentosos de los mismos militares que habían despotricado (no sin razón) contra los políticos corruptos hicieron mucho para que, en realidad, los dictadores nunca fueran populares entre la gente. El primer rechazo en público que yo conozca tiene que ver con el fútbol también pero fue antes del dichoso Mundialito. En el Sudamericano Juvenil de 1979 la banda musical de la Armada fue estruendosamente abucheada antes de comenzar la inauguración del certamen. Yo estaba ahí y no pude escuchar ni una nota a causa de los silbidos espontáneos.

La gente no los quería y nunca dejó de desear poder elegir al presidente que iba a tener. Pero de ahí a decir a que antes de 1982 hubo en Uruguay una masiva y permanente resistencia de la gente común (*) contra el "Proceso" hay un abismo y no estoy dispuesto a dar un paso al frente.

(*) En el sentido de no militante; por supuesto que hubo grupos clandestinos pero su peso dentro de la sociedad era muy pequeño, realmente.

8 comentarios:

Al & George dijo...

Del mismo modo que se "sembraron" dictaduras en América Latina, los mismos intereses "sembraron" democracias de derecha cuando el momento llegó.
Y los mitos populares se fueron creando a la medida del caso.

(Por terrible que sea, creo que esos mitos son los que van a quedar como hechos para la posteridad)

Alvaro Fagalde dijo...

La forma en que se escribe la historia es todo un tema, Neville. Muchas veces la escriben los vencedores, otras veces se ocultan cosas bajo la alfombra si eso permite no andar haciendo preguntas inquietantes.

gabriela alves dijo...

El motivo principal de la instalacion sistematica de dictaduras en toda America fue el de afirmar el modelo neoliberal economico.Las dictaduras requirieron un fino trbajo de inteligencia, por parte de la cia, y los alcahuetes criollos, incluia este "paquete" la enseñanza de metodos de tortura fisica, de persecusion fisica y posicologica.Tambien incluia este "paquete", metodos y contenidos de educacion_que iban mas alla de lo pensado_. Yo recuerdo mi etapa escolar en la decada del 80,con los libros "de lectura" que nos daba primaria. Eran el materiaql ideal para fomentar la homogeinizacion de la sociedad, estaban editados en un solo color, o sea, las ilustraciones no eran en colores, sino en un solo color. Y de yapa tenias que leer el infame libro "Calesitas"..¡Eso si que era un lavado de cerebro! las lecturas de ese libro nos hablaban de un pais en paz, con las familias viviendo en un paraiso de felicidad( y lo confirmaba con ilustraciones a todo color, tipicas de cuentos de hadas), mientras afuera se viva una guerra, los uruguayos eran matados,violados torturados.
Cuando se empezaron a disipar los nubarrones y fui sabiendo gracias a mi familia que es toda de izquierda, acerca de todo esto, no podia creer. Me impresiono pensar que mientras yo jugaba tranquilamente en mi casa, habia niños que eran secuestrados, solo por ser sus padres de izquierda.
La verdad fue todo una mierda, y esperemos que nunca mas se repita.
No creo, porque ya no es necesario afirmar un modelo economico.
Ahora solo tenemos que escuchar a algun milico chocho y trasnocahdo, que dice cosas por la prensa, intentando asustar a alguien. Lo que dan es lastima viejos y locos como estan

Alvaro Fagalde dijo...

No conocí "Calesitas", probablemente por ir a escuela privada. Así salí...

gabriela alves dijo...

Si podes verlo algun dia, ya que el libro Calesitas es duro de matar, dos por tres en alguno de esos locales tipo camabalache o de libros viejos siempre queda un especimen, no te pierdas la terrible sensacion de ojear sus " hojitas nevadas". Ah! y como saliste?

Alvaro Fagalde dijo...

Agnostico, izquierdista y soltero.

gabriela alves dijo...

y que hay con eso?

Alvaro Fagalde dijo...

No sali como queria la dictadura.