En realidad, desde que volvió -a los tumbos- la democracia, se dice que el FA está en crisis. La palabra de moda en aquellos tiempos era

Como todos sabemos, dejó de ser un partido minoritario y testimonial para tener responsabilidades de gobierno. Desde 1989 -ya hace más de 20 años- en el departamento más importante y difícil del país y, a nivel nacional desde 2005. Exceptuando algunos departamentos que se perdieron en la elección municipal de comienzos de este año, la coalición ha ido generando avance tras avance, un éxito electoral tras otro (y en esas municipales, también tuvo algunos resultados muy positivos).
¿Qué es lo que está mal, entonces?. ¿Su funcionamiento como partido de gobierno, su estructura interna, su relación entre sectores o la conección con sus adherentes y partidarios?.
RESPUESTAS, CREO.
En primer lugar, creo que el Frente se ha convertido en el partido de los dirigentes que tienen directamente el ejercicio del poder. En la fuerza política que suministra votos en el Parlamento cuando los necesita el Poder Ejecutivo. Esos jerarcas le han exigido cosas pero no le han ofrecido nada. Quienes no estamos en la cocina no tenemos derecho ni siquiera a estar informados de lo que pasa, a menos que nos enteremos por la prensa. Que no suele ser un modelo

Pero por otro lado, me parece que esta historia comenzó cuando Tabaré Vazquez, desde la IMM se dio cuenta que es imposible gobernar nada remitiéndose a la interna.
Lo cual nos lleva directamente al segundo punto. El FA teóricamente está cogobernado por una estructura donde la militancia directa en comités de base tiene en algún organismo el 50 % de los votos. ¿Quiénes son esos militantes de base?.
En 1971, donde muy otro era el gobierno y muy otra la incidencia de la izquierda en la vida nacional -no sólo en los números electorales- se decidió que el nuevo partido no sería una mera armazón para que los dirigentes encumbrados consigan sus cargos sino un lugar para que todo el pueblo pudiera participar. Loable iniciativa, por cierto, pero mucho más difícil de llevar a la realidad de lo que creían sus ejecutores en un tiempo en que se creían muchas cosas demasiado sencillas de conseguir.
Actualmente, los comités de base -con algunas poquitas excepciones- son lugares olvidados por el "arriba", donde se reúnen los mismos veteranos de siempre y donde, por encima de todas las cosas, lo primero que importa es de qué sector sos y qué votás. Unidad y pluralismo,

Un excelente ejemplo de su capacidad desmedida para bloquear e imponer sus pareceres se vio en las últimas designaciones electorales: la imposición de Mujica por sobre Astori y el bloqueo de Daniel Martínez y Varela para poner como candidata única a su polla, dado el riesgo (muy cierto) de que perdiera ante los anteriormente citados.
En suma -y anticipando una segunda entrada con el tema- Tabaré se dio cuenta rápidamente que no podía gobernar nada con esta organización tal como está, con una máquina de trancar incrustada en su interior. El problema es que al dar el paso de refugiarse en la gente de su confianza (incluyendo al mediocre Brovetto, incomprensible presidente de la coalición) terminó alejándose de la gente a secas. ¿Cómo volver a ella?. En un comité de base, imposible.
3 comentarios:
Muy buen y acertado, analisis, mi estimado Alvaro.
Ahora, ¿Como se arregla? Si es que se arregla, claro esta.
esa será la segunda entrada.
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