25 de junio de 2010

Historia Ilustrada del Jazz 9

LLEGÓ EL BEBOP (I): CHARLIE PARKER

Como ya se ha dicho aquí el swing, de enorme éxito anteriormente, había caído en crisis tanto en lo musical como en lo comercial al llegar la década de los 40. La revolución más impactante en la historia del jazz estaba en el aire pero nadie parecía haberse dado cuenta. Habían unos jóvenes molestos sí, pero no había discos de la música nueva.

En el excelente documental televisivo "Jazz" (2001) de Ken Burns, se cuenta que algunos soldados de las FFAA estadounidenses en los últimos dos años de la guerra recibieron unos discos producidos únicamente para ellos, conocidos como "V2" en donde se pudo escuchar por primera vez lo que se llamaría después "bebop". Muchos de ellos, tan o más jóvenes que los músicos, volvieron a su tierra natal deseosos de devorar la novedad.

La historia realmente comenzó en un club nocturno de Harlem conocido como "Minton's" donde el gerente contrató en forma estable a un excéntrico pianista llamado Thelonious Monk y a algunos solistas que había conocido en su carrera de músico. Como se ha dicho, Charlie Christian, el guitarrista de Goodman y Jimmy Blanton, el bajista de Ellington, solían unirse a improvisar junto a John "Dizzy" Gillespie, trompetista en la popular orquesta de Cab Calloway, los bateristas Max Roach y Kenny Clarke, el pianista Bud Powell, los trompetistas Howard McGhee y "Fats" Navarro y el vibrafonista Milt Jackson, entre tantos otros.

¿En qué consistían las innovaciones?. En la "Guía Playboy de Jazz", su autor Neil Tesser lo sintetiza notablemente:

1- En vez de big bands, combos pequeños. Generalmente una base rítmica de piano, batería y contrabajo junto a uno o dos vientos solistas; esta formación mucho más flexible permitía más fácilmente la improvisación y la velocidad.

2- No a los arreglos rígidos y "redondos". Los boppers utilizaban mezclas de acordes "cortantes", que incluían variaciones con el tiempo -generalmente imprimiéndole más velocidad- a la "lógica" de la melodía.

3- Frecuente abandono de la melodía en la construcción de los solos a favor de un seguimiento libre de la armonía. Probablemente Parker fue el mayor improvisador de la historia y aún hoy en día se sigue estudiando su increíble habilidad para volar por espacios inexplorados sin entrar en el caos.

4- Los boppers no hacían música bailable ni buscaban ritmos "fáciles". Su música solía ser demasiado veloz y los vientos no "sacaban" melodías fluidas sino progresiones irregulares, cortantes, acordes "ilógicos".

En realidad, los músicos que hacían lo que se llamó "bebop" por casualidad -ese término era uno de los muchos cantados si ninguna razón por los intérpretes entre los solos- no despreciaban a todo el jazz anterior. Uno de sus ídolos era Lester Young, reseñado en el capítulo anterior. Es más, algunos de los items referidos tienen mucho que ver con la música original de New Orleans y representa más bien una vuelta "aggiornada" al camino que el swing dejó de lado.

Charles Parker nació en 1920 y, si bien en su adolescencia llegó a tener un poco de enseñanza musical en la secundaria, fue esencialmente un autodidacta que comenzó imitando a los grandes saxofonistas tenores de su Kansas natal: Ben Webster y el propio Young. Inició su carrera en orquestas locales de mediana importancia donde fue corrigiendo su técnica. Se casó a los 16 años pero abandonó pronto a su mujer y marchó a Chicago y New York, donde trabajó como lavaplatos en un restaurante donde tocaba el pianista Art Tatum, enriqueciendo su oído.

En 1940 graba -tocando el saxo contralto- sus primeros temas dentro de la orquesta de Jay McShann y un año después tuvo sus primeros éxitos de crítica, mientras iba progresivamente encontrando su estilo. La fama creciente de Parker no llegó al gran público por la situación planteada en 1942: por un lado, un conflicto entre las compañías de discos y el sindicato de músicos y, por otro, la decisión del gobierno norteamericano de no permitir grabaciones nuevas, al dirigir toda la industria hacia el esfuerzo bélico.

DONNA LEE

GROOVIN' HIGH

Primero Earl "Fatha" Hines y luego, Billy Eckstine formaron orquestas aún parecidas en su integración a las big bands pero enteramente integradas por músicos de bop. Charlie Parker en ellas fue el principal referente musical, definitivamente pasado al saxo alto. A partir de 1945 comienzan sus grabaciones a consagrar entre los entendidos su estilo y a generar una corriente de fanáticos, aunque la crítica y las ventas seguían siendo adversas. En esa época "Bird" grabó la mayor parte de sus clásicos, ya que aún se mantenía en buena forma.

Al año siguiente comenzarían los problemas y sería indisimulable la inestable vida de Parker. Sólo su perpetuo desorden personal y sus dificultades económicas impedían que viviera permanentemente drogado y borracho. Comía menos frecuentemente de lo normal pero cuando lo hacía era incontrolable. Su inestabilidad emocional y los problemas de relacionamiento con sus colegas eran indisimulables y su salud en general iba barranca abajo. Mucho de ésto fue contado tanto por Julio Cortazar en su excelente cuento "El perseguidor"como por Clint Eastwood, con varias incorrecciones históricas, en la película "Bird".

A partir de 1948, su estado empeoró definitivamente y sus actuaciones se espaciaron, aunque todavía había lugar para algunas obras maestras. En 1954 intentaría suicidarse y el 5 de marzo del 55 llevaría a cabo su último recital en vivo, que terminaría en una pelea con Powell, otro desequilibrado emocional grave. Una semana después, terminaría muerto y el médico que certificó la defunción creyó que el saxofonista tenía 20 años más de los 35 que era su edad real.

Drogadicto y alcóholico desde su pubertad, incapaz por alguna enfermedad siquiátrica nunca bien diagnosticada de realizar la más sencilla tarea en la vida normal, "Bird" no consiguió en vida ni la fama ni la estabilidad económica que hubiera merecido, ya que jamás fue capaz de negociar adecuadamente su actividad profesional. Pero supo crear una obra inconmensurable, al transformar en un arte nuevo sus neurosis. Por alguna razón que desconozco, la mayor parte de sus grabaciones originales son de mediocre calidad técnica y sólo las redigitalizaciones recientes nos han permitido disfrutar de su música adecuadamente.


MOOSE THE MOOCHE

NOW'S THE TIME

KOKO


1 comentario:

Alvaro Fagalde dijo...

Bienvenido, Jay Bee. Espero que te guste esta modesta historia.