OTRAS ORQUESTAS DE SWING
En el momento de mayor éxito comercial -cuando por única vez el jazz fue la música más popular en buena parte del planeta- es lo más lógico imaginar que serían muchas las orquestas que buscarían explotar el filón con talento o sin él. La mayoría -tanto integradas únicamente por negros como por blancos- han sido justamente olvidadas, por haber sido una más de la corriente. Pero sin embargo, hay mucha buena música para conocer entre tanto disco retirado de circulación. Porque además, como también suena obvio, mucha juventud se enloqueció por la nueva música y quiso formar parte de ella.
Desplazadas las escuelas de New Orleans y de Chicago, el swing enamoró a las multitudes, pasando a ser sinónimo de jazz para quienes se acercaban por primera vez a la música improvisada. La condición de ser un ritmo mucho más brillante, bailable y organizado facilitó el éxito y la difusión en los optimistas años previos a la Segunda Guerra Mundial.
Algunas bandas -fundamentalmente la de Cab Calloway- utilizaban tímidamente elementos extra musicales para llamar la atención, como ser el vestuario extravagante y un sentido del show en general que anteriormente sólo Louis Armstrong había incorporado en parte. Los bailes abundaban y, al haber tanto trabajo, las orquestas florecieron. Siempre nítidamente segmentadas según el color de piel, lamentablemente.
Entre los que se destacaron por su calidad, y vale la pena escuchar aún hoy -aunque es inevitable que me olvide de mucha gente- estaban los hermanos Dorsey. El temperamental Tommy, trombonista que dio a conocer al mejor cantante de jazz de todos los tiempos, Frank Sinatra, fue particularmente talentoso como director musical. Jimmy, mucho menos polémico, también fue más impersonal tanto como saxofonista como líder de big band. Estuvieron duramente enfrentados durante más de una década pero terminaron reconciliándose. Murieron relativamente jóvenes en los 50.
Tommy Dorsey:
CHICAGO
Jimmy Dorsey:
CONTRASTS
Probablemente el primer multi instrumentista que se recuerde, Benny Carter tocaba varios tipos de saxo, la trompeta, el clarinete y el piano, por lo menos. Tuvo una orquesta muy popular, que escuchada hoy es de las más disfrutables del movimiento aunque su nombre ha sido injustamente olvidado. Con una intensa actividad como arreglista y compositor en los períodos en que no pudo sostener una big band a su nombre, espléndido ejecutante en discos de otros -especialmente como saxo alto- Carter es un nombre a redescubrir que se adaptó con naturalidad a la evolución que significó el bebop en la postguerra.
Citado por alguna actitud desafortunada en la anterior entrada de esta serie, Roy "Litlle Jazz" Eldridge fue uno de los mejores trompetistas en la época en que este instrumento era el rey del género. Si bien tuvo su propio grupo, es más recordado por su participación en conjuntos ajenos y sus colaboraciones con otros grandes en su madurez, especialmente un disco con el gran Coleman Hawkins que es una de las mayores perlas del jazz.
Benny Carter:
I WANT TO BE HAPPY
GORGEOUS GEORGE
Roy Eldridge:
I CAN'T BELIEVE YOU'RE IN LOVE WITH ME
El más popular de quienes NO son considerados grandes músicos, sin duda, es Glen Miller, trombonista de enorme éxito más allá del jazz, convertido en una leyenda cuando desapareció después de tomar un avión en servicio en la Guerra a los 40 años. Nunca se encontró el aparato ni los cuerpos de él y su acompañante, por lo que han circulado todo tipo de versiones. Incluyendo que se fugó de su país -algo absurdo considerando la fama y riqueza que tenía allí- o que fue apuñalado por una prostituta en un burdel europeo, lo que en realidad es más creíble. Quizás se estrelló en el avión, después de todo.
En todo caso su música, comercial y superficial aunque honesta y realizada con buen gusto, contribuyó a abrir puertas en el resto del mundo para el jazz, permitiéndose dar a conocer a propuestas más talentosas.
MOONLIGHT SERENADE
La mayoría de las orquestas adaptaron canciones populares así como éxitos de las etapas anteriores del género. Incluso llegaron a tocar temas latinos que no tenían nada que ver con el jazz como "El rancho grande" o "Bésame mucho". Pero lo que más ayudaba comercialmente era la inclusión de cantantes -tanto hombres como mujeres- que alternaban con los temas meramente instrumentales, evitando el aburrimiento de las plateas poco sofisticadas que sólo querían bailar y ayudando a popularizar determinadas canciones. En esos casos, la orquesta apenas servía como soporte de la interpretación, sin interacción con el cantante.
De allí salieron algunos grandes intérpretes, sin embargo, como Billie Holiday, el citado Sinatra, Bing Crosby, Ella Fitzgerald -que "heredó" la excelente orquesta de Chick Webb ante el fallecimiento de éste, Anita O'Day y la posterior Sarah Vaughan, entre tantos otros.
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