Hace casi dos años subí una entrada donde criticaba a quienes llamaba "los talibanes del neoliberalismo", los tipos que defienden de manera necia y dogmática, casi irracional (por eso lo de talibanes) un conjunto de ideas económicas dirigidas a defender a las clases más altas de la sociedad, importadas acríticamente desde arriba y trasplantadas casi sin el mínimo esfuerzo de adaptarlas al Uruguay. Son, por ejemplo, los que quisieron vender Antel, a pesar de que daba muchas ganancias al país y andaba cada vez mejor.
Por cualquier cosa, a la entrada original se puede llegar por acá: Talibanes del neoliberalismo
No voy a repetir todo lo que escribí entonces, pero básicamente quiero recordar un par de puntos que tienen que ver con lo que voy a plantear ahora:
-Estos "talibanes" afirman que absolutamente todo el Estado funciona mal y que absolutamente todo lo que es privado, es maravilloso. Cualquier pistolero que comprara Antel, ya que estamos en el ejemplo, la haría funcionar muchísimo mejor que lo bien que anda ahora. Un finado Benhamou, por citar a alguien.
-Ellos afirmaron (creo que nadie lo hace ahora sin temor a ser el hazmerreir de cuanta gente mínimamente sensata ande por ahí) que tenemos demasiadas "leyes laborales rígidas" -léase, protección a los trabajadores- y que con lo que llamaban la "flexibilidad laboral", todos -incluyendo nosotros los laburantes, señor/a- ibamos a ser mucho más prósperos. Si los patrones dan aumento cuando quieren, echan si se les antoja y pagan los beneficios si andan de buen humor, todos vamos a tener más trabajo. Y más plata. En serio.
La crisis financiera internacional -que por una vez golpea más fuerte en el llamado Primer Mundo que en nuestro continente- ya está madurita y no tienen pretensiones de irse, al parecer. ¿Quiénes la ocasionaron?. ¿Los "insensatos" que quieren cobrarle más impuestos a los ricos o le intentan -bien o mal- darle oportunidades a los sumergidos para salir de su ostracismo social?. No, señor. Fueron los especuladores y los CEO de financieras y aseguradoras, quienes siguen teniendo sus privilegios, su buen nombre y sus fortunas.
¿Qué pasó con las famosas aseguradoras de riesgo, que un día antes de la quiebra total, seguían adjudicándoles la máxima calificación a empresas que estaban debiendo varias veces su patrimonio, como tan bien lo muestra la película "Trabajo confidencial" de Charles Ferguson, Oscar a mejor documental 2011?. Nadie sensato podría creerles una palabra después de eso y, sin embargo, siguen tan campantes dando sus calificaciones más ideológicas que técnicas.
Con respecto al Estado, el tema es que el Estado -que no es sinónimo de Gobierno- es el único actor que -sin obligación de lucro- puede ayudar a los más débiles o a los más necesitados. O a la gente común y sin privilegios, mejor dicho. Si no fuera por el Estado no habría luz ni agua potable en localidades chicas y alejadas porque al lucro privado sólo le interesarían los centros más poblados. Los talibanes se oponen a cualquier medida de justicia social. Ya sea un impuesto a los que tienen más de 2000 hectáreas (que no es un campito, precisamente) como darle algo a los que menos tienen (que según ellos, se lo gastan en vino). Como si ellos sólo tomaran agua mineral...
Lo paradójico es que estos neoliberales se han servido del Estado durante toda la vida. Han sido jerarcas públicos y han sido sus partidos políticos los que han hecho ingresar a la gran mayoría de los funcionarios estatales que tenemos, muchísimas veces con criterios poco santos.
Lo de que todo lo privado sea perfecto, queda desmentido fácilmente por la experiencia diaria. Tenemos una clase dirigente arcaica, inculta, incapaz de modernizar efectivamente los lugares que administra, aunque últimamente -y muy tardíamente, como todo en nuestro país- han comenzado algunos intentos de incorporar inutilmente una terminología hueca "más moderna" pero sin cambiar las concepciones medievales y poco productivas de buena parte de la actividad privada. Probablemente, estudiaron Administración de Empresas en una Universidad no pública.
Trailer de "Trabajo confidencial"
5 comentarios:
Toda la razón.A esta gente el pueblo le dijo que no dos veces,en el plebiscito del 92(con Luisito en la presidencia)y en el plebiscito de ANCAP(con Jorgito).Los dos, alumnos aplicados del neoliberalismo.
El problema, Johnny, es que siguen hablando y diciendo lo mismo. Se chocan de frente con la realidad.
Y se niegan a hablar de esta crisis nueva.
Es muy díficil que cambie de opinión esta gente.
Hablando de otra cosa,escuché todo el Barranca Abajo del Cuarteto,como fánatico de la banda nunca le había dado mucha bola al disco,pero tenés razón,es un discazo.
http://www.youtube.com/watch?v=jRgo8W0-0nU&feature=related
Nada que ver, pero paso a dejarle esto
Johnny: Lo importante es tener claro qué intereses representan. Me alegro que conocieras mejor a ese disco.
Deta: Sí, la verdad que nada que ver, pero igual es un tema disfrutable.
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