23 de abril de 2010

Historia Ilustrada del Jazz 7

LOS "INVENTORES" DE LA GUITARRA EN EL JAZZ: DJANGO REINHARDT Y CHARLIE CHRISTIAN

El swing había tenido un éxito fulminante -e inesperado- incitando a la juventud norteamericana a llenar los bailes populares y jerarquizando los clubes nocturnos de las grandes ciudades. Incluso, a la década de los 20 se la llamó históricamente "la era del jazz", asimilando éste al swing.

En parte por los numerosos conjuntos que agotaron la fórmula, en parte por la natural evolución de un estilo que ya había dado lo que podía dar, el swing comenzó a repetirse lo que incluye también a las grandes orquestas ya reseñadas anteriormente.

Sin embargo, el acontecimiento más influyente en el destino de esta música no fue precisamente artístico: la Segunda Guerra Mundial tiró abajo el optimismo de la sociedad que ya no tenía ganas de divertirse mientras sus compatriotas morían por miles y el futuro de la humanidad era incierto como jamás lo había sido. Los bailes y fiestas escasearon y la industria discográfica -como casi toda industria de un país en guerra- fue reducida a su mínima expresión. Las big bands nunca se recuperarían de este declive. La música que las reemplazaría no surgió de la nada pero muchos creyeron que así había sido dada la radical diferencia con todo lo escuchado antes.

Hasta los años de la guerra todos los músicos de jazz eran estadounidenses. Quienes viajaban al Viejo Continente se asombraban de lo bien que eran conocidos -como ya dijimos- y compartían escenario con instrumentistas profesionales que podían acompañar más o menos adecuadamente. Pero no se había conocido un gran músico europeo y mucho menos, una propuesta original.

Ésta llegó desde el lugar (e instrumento) menos imaginado: un gitano belga guitarrista llamado Jean "Django" Reinhardt. Nacido en 1910, el dato de Bélgica hay que tomarlo como anécdota porque eran nómadas y vivían en un pequeño carromato. Nunca aprendió a leer o escribir ni tomó lecciones de música pero deslumbraba tocando el banjo desde niño. Adoptada la guitarra, sufrió el incendio de su casa rodante cuando tenía 18 años, sufriendo graves quemaduras en varias partes de su cuerpo, incluyendo la pérdida de la movilidad en dos dedos de su mano izquierda.

Pese a eso, tres años después estaba tocando con la misma brillantez que antes. En su período de convalescencia había sido impactado por el descubrimiento de la música negra de allende el Atlántico, especialmente por Louis Armstrong. De éste tomó correctamente -como pocos- el concepto de swing (no el período, por cierto, sino el "deslizamiento" al tocar) pero no modificó su estilo. Mientras tocaba música ligera para ganarse la vida, interpretaba jazz en los intervalos con el notable violinista Stephane Grapelli y su propio hermano Joseph, también guitarrista, entre otros. En 1934 formarían el quinteto Hot Club de París, teniendo un fulminante éxito en el ambiente francés.

La inusual combinación de guitarras y violín (en realidad, ensayada anteriormente por los norteamericanos Joe Venuti y Eddie Lang hasta la temprana muerte de éste último) sin piano, percusión e instrumentos de viento pareció -y sigue pareciendo- inmejorablemente francesa, fiel reflejo de la bohemia nocturna de la ciudad. La notable capacidad improvisativa de Django -probablemente el guitarrista más lírico de la historia- y el brillante acompañamiento de Grapelli eran la clave para consagrarlos en buena parte del continente. La guerra los sorprendió en Inglaterra donde el violinista prefirió quedarse mientras Django volvía a París donde -en parte por sus raíces gitanas- se transformó inesperadamente en un símbolo anti nazi de liberación y un ídolo de juventudes más allá de lo estrictamente musical.

Terminada la guerra se reencontró con su compadre y reeditaron el éxito aunque su gira -largamente postergada- por Estados Unidos fue una clara decepción para Reinhardt pese a haber tocado con Ellington. Fue perdiendo lentamente el entusiasmo por las actuaciones, sin abandonar nunca su vida bohemia y desprolija, falleciendo a los 43 años de un accidente vascular encefálico en parte por su visceral terror a los médicos. Como curiosidad, muchas veces fue sustituído por su hermano ya mencionado sin que nadie notara la diferencia, lo que habla más que bien de éste último.

BELLEVILLE

HONEYSUCKLE ROSE

En esta notable versión del clásico de Porter "Night and day" se puede apreciar que en la guitarra eléctrica Reinhardt no perdió su particular estilo.

NIGHT AND DAY

SWING 48

La guitarra en las big bands apenas -casi sin excepciones- había cumplido un papel secundario de acompañamiento y de marcación de los acordes. En realidad, la guitarra acústica era escuchada por los músicos de la orquesta pero apenas por el público. En el comienzo de la década de los 30 Eddie Durham tuvo la idea de hacer colocar una amplificación eléctrica a su instrumento y permitir simplemente que fuera una posibilidad más en el sonido de la orquesta, aunque apenas se le dejaban segundos de transición entre un solo y otro (como se solía hacer con la batería o el bajo) considerándose a ese aparato no mucho más que una curiosidad.

Años después, Charlie Christian -de quien no se sabe con seguridad en qué año nació- tomó contacto con una guitarra amplificada y comprendió inmediatamente las posibilidades armónicas y melódicas que podía tener, equiparables a los entonces reinantes instrumentos de viento. Fue desarrollando rápidamente su técnica de improvisación y en 1939 lo escucharon algunos músicos de la banda de Benny Goodman, nada menos. Un primer intento de presentación ante el jefe fracasó rotundamente. Éste ya tenía músicos negros en su formación y no era ése el problema sino más bien que Christian se presentó vestido con saco verde y pantalón violeta (o viceversa) y además, a ningún líder de orquesta le llamaban la atención entonces los guitarristas.

Poco después los propios integrantes -y el famoso productor John Hammond- introdujeron a Charlie en el medio de la actuación en un restaurante y el sorprendido -y molesto- Goodman ordenó que tocaran un tema difícil y poco conocido seguro de hacer fracasar al intruso pero, para asombro de todos, improvisó durante más de cuarenta minutos demostrando que podría haberlo hecho por muchos más. El clarinetista líder debió reconocer que estaba ante un fuera de serie y lo contrató inmediatamente no sólo para su big band sino también para integrar su selecta formación pequeña (con el mismo Goodman, Teddy Wilson en el piano, Lionel Hampton en vibráfono y Gene Krupa en la batería) que es de donde han salido los ejemplos de aquí abajo.

Christian -aparentemente sin estudios musicales- incorporó numerosos acordes que aportaron, junto a su aún hoy estudiada técnica para alterar el compás, un swing comparable al de los mejores trompetistas y una inventiva melódica insuperable. Fue el primer guitarrista que comprendió que la electricidad podía hacer muchísimo más que aumentar el volumen. Luego de sus compromisos con Goodman, se quedaba tocando el resto de la noche en algunos clubes como el famoso Minton's, donde jóvenes inquietos experimentaban con nuevas variantes que tiempo después se llamarían bebop.

Lamentablemente, antes de cumplir los 30 años, Charlie enfermó gravemente de tuberculosis y falleció a los tres años de ser descubierto por el gran público y antes de la revolución -justamente- del bop. Su vida bohemia y el que sus amigos le llevaran cigarros, alcohol y mujeres al hospital no deben de haberlo ayudado a recuperarse. Casi olvidado por su corta vida y por no tener grabaciones a su nombre, sin embargo fue mucho más influyente que Django en las generaciones de guitarristas que desarrollaron el sonido eléctrico de este instrumento hasta hacerlo tan importante como es hoy en día.

Nota: no espere el navegante el fraseo y los riffs de Jimmy Page o de un guitarrista actual. No se olviden que estamos hablando de la prehistoria del instrumento, donde todo estaba por hacer y Christian fue el primero.

A SMO-O-O-OTH ONE

SHIVERS

I'M CONFESSIN'

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