LLEGAN LAS BIG BANDS, LLEGA EL SWING. ARTIE SHAW Y BENNY GOODMAN
En 1935 ocurrió la explosión a nivel popular (y comercial) con un histórico recital de la orquesta (blanca) de Benny Goodman en el Palomar Ballroom de Los Angeles. Pero la era del swing había comenzado en realidad años antes. Sólo que a partir de ese momento y hasta el fin de la Segunda Guerra Mundial el jazz -por única vez en su historia- sería el género más popular de música en Estados Unidos y en buena parte del mundo. En 1938, nuevamente la orquesta de Goodman sería la primera formación de música negra en aparecer en la portada de "Time" con motivo de la presencia en el Carnegie Hall de Nueva York. El jazz no sólo vendía, también tenía prestigio.
En rigor, no había una revolución ni nada que se le parezca. Se había dado una evolución natural desde los primeros pasos de las formaciones de New Orleans -crudas, improvisadas y desorganizadas- hasta estas "big bands" con músicos profesionales, pagados por un líder que contrataba además los arreglos que debían respetarse en un todo. No eran estrictamente "grandes bandas" como decía su nombre, sino conjuntos con una base rítmica de contrabajo, guitarra, batería y piano junto a un número variable de vientos formados por varias familias tocando al unísono: trompetas, saxos-casi siempre de por lo menos dos tipos diferentes-, trombones y un clarinete. La interacción entre ellas viene dada por los arreglos.
Muchas orquestas de jazz se formaron atendiendo a esa evolución natural. La música se hizo mucho menos específica y folklórica, más bailable y más organizada. Después de la terrible crisis económica de 1929, la gente necesitaba bailar y divertirse y no escuchar un sonido demasiado emparentado con los cantos y lamentos de los esclavos sureños.
Como pasó varias veces en la historia del jazz, la legitimación vino dada por un músico blanco que consiguió lo que sus colegas negros no pudieron: la atención y el respeto de los grandes medios de comunicación de los sellos discográficos. Si bien varios líderes negros se pudieron quejar de este relegamiento con mucha razón, el otras veces muy egocéntrico y oportunista Goodman nunca dejó de admitir la enorme influencia de ellos. En rigor, tanto él como el también clarinetista, líder de orquesta exitoso y judío Artie Shaw fueron los primeros en romper las barreras raciales y unir a negros y blancos en la misma orquesta.
El mes que viene abordaré las orquestas negras que formaron (Bennie Moten y Chick Webb) y popularizaron el swing (Duke Ellington, Count Basie) .
Hubo otras orquestas blancas de gran éxito por cierto, comenzando por el trombonista Glenn Miller -fallecido aparentemente en un accidente de aviación mientras peleaba en la Guerra-, Charlie Barnet, los hermanos Tommy y Jimmy Dorsey, Les Brown, muchos otros. Pero indudablemente las mejores eran las de Goodman y de Shaw.
Ambos rivalizaron encarnizadamente por el primer puesto como clarinetistas y como líderes del swing, competición que me parece bastante descabellada. Más técnico y virtuoso Goodman, más sentimental y generoso con sus músicos Shaw, marcaron una época ambos y siguen siendo plenamente disfrutables.
Goodman -apodado por la publicidad el "Rey del Swing"- no sólo triunfó con su big band. También realizó numerosas grabaciones exitosas -y excelentes- con un conjunto selecto de sus músicos que integraban él mismo, el baterista Gene Krupa y los instrumentistas negros que supusieron la primera integración interracial en la historia del jazz ya mencionada: el pianista Teddy Wilson y el vibrafonista Lionel Hampton.
Como otros directores de la época del swing, su orquesta sobrevivió mal al paso de los años. La irrupción de nuevas corrientes dentro del jazz -y fuera, el rock and roll- y la variación de las costumbres en cuanto a bailes y locales nocturnos hicieron muy dificultosa la supervivencia de las bandas de 15 integrantes o más. Algún disco de la década del 60 lo muestra excesivamente comercial, versionando música de películas e incluso canciones de los Beatles, sin inventiva alguna.
Tres temas registrados en el concierto citado de 1938. Las grabaciones tienen las imperfecciones propias de los discos de vinilo, incluyendo el sonido "huevo frito".
I GOT RYMTHM
STOMPIN' AT THE SAVOY
BLUE ROOM
Shaw se retiró por muchos años en 1952, cuando tenía aún un gran éxito, un poco cansado de las presiones de mantener una orquesta con muchos empleados y otro poco de la persecución de la comisión parlamentaria del senador Mc Carthy por sus ideas progresistas. No se puede quejar de la vida: se casó diez veces -incluyendo entre sus esposas nada menos que a Ava Gardner y Lana Turner-, nunca tuvo ningún problema económico y volvió al ruedo muchos años después, grabando con tranquilidad su música con un reciclaje inesperadamente moderno.
Las dos canciones más conocidas de Artie Shaw:
BEGUIN THE BEGUINE
STARDUST
5 comentarios:
"Clarinet Marmalade" de Benny Goodman fue el primer disco de jazz que escuché en mi vida, cuando era una niña chiquita (todavía está el longplay en casa, pero ya no tengo tocadiscos).
(Prefiero leerte con el jazz y el cine; tengo menos carnaval que Kabul, así que en TPLMP me resultan crípticas las columnas, jijiji!)
Espero que acá se entiendan. Aprovecho para comentar que no son LA historia, sino la obra de un aficionado a ambas manifestaciones artísticas. Por eso no intento apabullar con datos o estadísticas sino hacer un apretado -y dificultoso- resumen.
Y yo que te iba a invitar a ir al tablado... :(
¡Jajaja!!! Noooo, ni ahí...
No es que no escribas con claridad, muy por el contrario; es que no sé de qué hablás!!!
;-)
Me pasa lo mismo con las columnas de Nacho, que escribe muy bien, pero... de tenis!!!
Gracias, entonces.
Hay gente que no puede entender q me guste el jazz y el carnaval en la misma vida. Como si fuera una contradiccion...
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