28 de febrero de 2010

Historia Ilustrada del Jazz 5

LA ARISTOCRACIA DEL SWING NEGRO. DUKE ELLINGTON Y COUNT BASIE

La evolución y el suceso que trajo la era del swing en el jazz no sólo ocurrió en el ámbito de las orquestas blancas. Décadas después de la integración racial total -por lo menos en la música- alguna gente insiste en buscar diferencias sustanciales entre el sonido de los instrumentistas de una raza u otra. En la década de los 60 el brillante trompetista Roy Eldridge, uno de los más radicales defensores de la superioridad -en este caso- de los músicos negros se sometió a una prueba ciega para ver si podía diferenciar al escuchar discos inéditos si el solista era blanco o negro. Al contrario de lo que afirmaba, se equivocó permanentemente. El mito de que unos son "hot" y con swing y los otros, fríos y refinados no tiene sustento ninguno y hay multitud de ejemplos para desmentirlo.

Sin embargo, entre 1933 y la inmediata posguerra, época de oro para el jazz en Estados Unidos, la discriminación contra los negros seguía siendo feroz. Por ejemplo, el propio Duke Ellington fue contratado por el Cotton Club de Harlem, New York. A ese lugar sólo tenían acceso los blancos que iban al más representativo barrio negro de la gran manzana a escuchar a la más prestigiosa orquesta negra.

Edward Kennedy "Duke" Ellington nació en 1899 en la poco jazzistica -supongo yo- ciudad de Washington y tuvo una educación general y musical esmerada. En 1923 viajó a Manhattan con cuatro amigos y pudieron conseguir trabajo, no sin dificultades. Pronto quedaron claras las dotes de Ellington como líder y organizador de la orquesta ("The Washingtonians") que fue formándose poco a poco incorporando más gente capaz y solvente, influyendo y ampliando el universo arreglístico del líder. El típico sonido de jungla -con gruñidos y sonidos en contrapunto con sordina- no fue una idea original de "Duke" sino que fue incorporándose casi naturalmente a los temas de la orquesta.

Una singularidad de Ellington es que muchos de sus músicos permanecieron décadas con él, siendo parte muy importante del resultado de la banda. El líder sabía escuchar aunque también sabía mandar, algo que no era demasiado fácil dada la gran facilidad con que muchos de sus muchachos caían en todo tipo de excesos. El saxo contralto Harry Carney, el saxo alto Johnny Hodges y el pianista y compositor Billy Strayhorn hicieron casi toda su carrera junto al Duke. Éste solía decir que utilizaba a la orquesta como su instrumento y ensayaba todo tipo de interrelaciones entre sus secciones y sus solistas. Un muy buen ejemplo de ésto es el tema incluído aquí "The jeep is jumpin".

Una de las facetas más olvidadas actualmente de la formidable orquesta de Ellington fueron sus composiciones largas, donde utilizaba timbres exóticos y arreglos heterodoxos para representar atmósferas o ambientes. Probablemente "Black, brown and beige" sea la obra a redescubrir del Duke.

En todo caso, fue un líder de bing band que tuvo un éxito comercial enorme en todo el mundo y el mayor de los prestigios. Sobrevivió con bastante dignidad el ocaso de la era del swing y conoció un tardío rejuvenecer en el festival de Newport de 1956, demostrando que era algo más que una banda que había tenido suceso en el pasado. Ellington falleció en 1974, aún en actividad pero la muerte de los pilares de su orquesta en los años inmediatamente anteriores la había llevado a la decadencia total.

KOKO

IN A MELLOW TONE

THE JEEP IS JUMPIN'

William "Count" Basie nació cerca de New Jersey en 1904. Consiguió un puesto de pianista en la exitosa orquesta de Bennie Moten y, poco después de la muerte de éste, "heredó" gran parte de sus músicos. A diferencia del Duke, no tenía gran visión para los negocios ni dotes como líder pero sí habilidad para dirigirlos musicalmente e inteligencia para contratar talentos y dejarlos hacer. Probablemente su banda fue la que tuvo más estrellas solistas del período, comenzando por la que algunos consideran la mejor base rítmica de la historia del jazz: la integrada por el mismo Basie, Jo Jones en la batería, Walter Page en el contrabajo y Freddie Green en guitarra. Y fuera de ella, a los saxofonistas Lester Young, Don Byas, Eddie "Lockjaw" Davis, Paul Gonsalves (que posteriormente tocaría con gran éxito en la orquesta de Ellington) y los dos Frank: Foster y Wess, que protagonizaban memorables duelos; los trompetistas Buck Clayton, Thad Jones, Joe Newman y Harry Edison, el trombonista Dickie Wells y los cantantes Billie Holiday y Jimmy Rushing.

Las raíces de Basie eran mucho más blueseras y su sonido más desprolijo y, al mismo tiempo, "vivo", que el de Ellington. La crisis de postguerra (dificultades económicas e irrupción del bebop) afectó intermitentemente a la banda que fue incorporando a partir de los 50 un sonido mucho más elegante y, también hay que decirlo, más impersonal pero que le permitió sobrevivir, especialmente grabando junto a otros grandes nombres del jazz, ya sea instrumentistas solistas o cantantes de fama, como Frank Sinatra o Tony Bennet.

Sin grandes dotes como arreglista o compositor pero habilidad para elegir colaboradores y para darles libertad, como director se destacó por haber sabido conjugar un sentido de improvisación y sorpresa con la necesaria coherencia y organización que debe tener una orquesta de aproximadamente una quincena de músicos, destacándose por sobre muchas otras bandas similares y grabando muchos discos que aún siguen siendo muy sabrosos.

En la próxima entrega, otros nombres del swing y el declive de este particular momento de la música improvisada.


HONEYSUCKLE ROSE


JUMPING AT THE WOODSIDE


YOU CAN DEPEND ON ME

2 comentarios:

andal13 dijo...

¡Excelente!

Alvaro Fagalde dijo...

Gracias. Aunque no sé si el elogio es para mí o para los grones.