26 de julio de 2013

Contámela en colores

La historia es bastante conocida, o no. Héctor Amodio Pérez era uno de los principales dirigentes del movimiento guerrillero urbano uruguayo MLN, conocidos popularmente como "Tupamaros". Concretamente, junto con Henry Engler eran los principales de la llamada Columna 15, la más violenta y "fierrera" de la organización.


Amodio fue detenido -como varios de sus dirigentes- por las Fuerzas Armadas en 1972 después de la etapa más violenta del enfrentamiento con numerosas muertes y ajusticiamientos en un bando y otro. Nunca más se supo de él. Si no fuera por los múltiples testimonios de todo tipo que lo sindicaban como traidor del movimiento, figuraría como otro detenido desaparecido. Como todos saben, reapareció voluntariamente hace pocos días y se supo parte del misterio: habría pasado estos 40 años en España, con otro nombre -lógicamente- trabajando honradamente.

Al principio comenzaron a circular -sorpresivamente- unas cartas atribuídas a él enviadas a varios medios de prensa, de los cuales solamente "El país" (cuando no) publica extractos, supongo yo que porque Amodio formula varias críticas a las dirigencias tupamaras de antes y de ahora. Finalmente "El observador" -un medio no elegido por él- es quien lo entrevista en España y un programa de VTV presentó un extenso programa donde finalmente pudimos conocerlo y escuchar su versión.

Que es bastante particular. En algún momento el periodista Gabriel Pereyra le dice: -Usted era uno de los principales dirigentes del MLN, de los más requeridos; usted dice que nunca dio un nombre, nunca delató a nadie y nunca hizo que detuvieran a ninguno de sus compañeros... ¿entonces cómo es que se explica que usted nunca sufriera torturas como los demás y que después los militares lo dejaran ir y colaboraran para su seguridad?. Amodio, el Amodio de 2013 no sabe qué decir a ésto.

La personalidad que se revela en este reportaje televisivo coincide con lo que uno siempre había escuchado del misterioso Amodio. Un tipo egocéntrico, maniáticamente obsesionado con ser el número uno en todo, ser principal y superior a los demás. Si va a trabajar en España, sabe más que los españoles; si va a ser guerrillero, es más lúcido que todos los demás tupas. De ahí su resentimiento central con quien ha permanecido como la principal figura del MLN, Raúl Sendic, que le estaría usurpando el papel que él cree que merece. Amodio cree que él sabía cómo tenían que hacerse las cosas y todos los demás no sabían nada. Seguramente ve que algunos de sus ex compañeros hoy son Presidente de la República, ministros, senadores y él sigue siendo despreciado.   
      

La historia "oficial" del movimiento tupamaro tiene numerosas lagunas e interpretaciones infantiles. No sólo hay un intento de limar las decisiones más polémicas (acciones violentas, gente que se mandó al matadero) sino también la intención de engrandecer su verdadera importancia en la historia del movimiento popular uruguayo, de paso dándole apoyo a la nefasta "Teoría de los dos demonios". Seguramente, Amodio tiene varias verdades para aportar, pero no desde los celos, la envidia y la mentira. 

En algún momento intenta explicar por qué a él nunca lo torturaron: habría sido la promesa que le hizo un oficial a su tía que conocía a Amodio de niño. Lástima para Yessie Macchi, hija de un alto oficial de las FFAA, que no tuvo tanta suerte. En otro pasaje de la entrevista pretende que él jamás dio información, sólo intentó (y sin suerte, encima) ordenar los esquemas de la estructura del movimiento que tenían los represores. Pero no explica por qué éstos se enteraron de lo que Amodio sabía y nunca supieron lo que él no. O por qué cayeron algunos a los que el traidor particularmente despreciaba y se salvaron otros por los que tenía aprecio.

No pude, lamentablemente, subir videos sobre la entrevista pero son muy fáciles de encontrar en Youtube.

2 comentarios:

zorro d colonia dijo...

excelente,Faga,muy buen resumen de todo el mamotreto que ésta reaparición ha generado.No vi la entrevista,y creo que voy a seguir asi,sin verla.

Alvaro Fagalde dijo...

Es interesante, Zorrete, pero las dos horas cansan.

A un traidor del sindicato de allá le puse "Amodio" y ahora, conociendo a este tipo, me doy cuenta que es la misma cabecita egocéntrica.