En un hecho policial que no está totalmente aclarado ni mucho menos, se descubrió que un par de enfermeros se dedicaban, periódicamente, a ultimar pacientes internados en estado delicado pero no terminal (o sea, sin posibilidad de recuperación ni de sobrevivencia a la enfermedad). Ambos trabajaban en la Asociación Española y uno de ellos, también en el Hospital Maciel.
La situación -terrible e inédita en nuestro país, pero no en el mundo- provocó no sólo conmoción en la población, sino también miedo y desconfianza en la situación general en los centros de salud. Si bien es inevitable que gente ignorante o estúpida crea que en un sanatorio entre cualquier tipo alegremente a manipular a los internados en un CTI, es obvio que habrá motivos de preocupación legítimos para los uruguayos en general. Es entendible el miedo que pueda tener alguien pensando en su madre internada. Ahí estaría la obligación de dirigentes, medios de comunicación y referentes públicos en ayudar a clarificar las cosas y no generar alarma pública injustificada. No fue eso lo que ocurrió.
UN PAR DE ANTECEDENTES
En la misma Española se produjo la muerte muy evitable del hermano de Diego Aguirre por una mala praxis de un anestesista -el Dr. Sierra- durante una intervención bastante menor. Cabe la sospecha que la celeridad de la Justicia estuvo dada por la fama del familiar implicado y para todo el mundo quedó claro que la culpa era de un médico que había hecho muy mal -y negligentemente- su trabajo. Nadie aprovechó para hincarle el diente al tema de muchos médicos que se benefician de un espíritu de cuerpo y de una autoridad excesiva que les permite trabajar de la forma que quieran, sin importarles lo que más le debería importar: la salud y la vida de los seres humanos.En 2009 se pronosticó el Apocalipsis: habría una variedad de gripe que tendría mortales consecuencias para multitudes. El terror y la histeria fueron muy grandes, muchísima gente salía a comprar cajas de barbijos y el ahora famoso alcohol en gel. El sistema de salud estuvo a punto de colapsar con las llamadas desesperadas de gente que creía ver morir a sus niños o adultos mayores que se habían engripado. Todos los días los diarios y los noticieros televisivos daban cifras crecientes de fallecidos en todo el país.
En realidad, ese año murió la misma cantidad de personas que mueren todos los años por gripes fuertes, agravadas por otras patologías ya presentes que tienen el organismo ya bastante deteriorado y la alarma fue totalmente al santo pedo. ¿Usted vio a la gran prensa pedir disculpas por su papel irresponsable y criminal?.
LOS ENFERMEROS
Si me apuran, yo opino que lo que pasó ahí fue un claro ejemplo de "Burn out" (gente que no soporta más el stress de un trabajo difícil) mezclado con una cabeza que no debería andar del todo bien. Pero claro, igual que antes, si esto sirve como una oportunidad para sacar réditos personales, me cago en la verdad. En la televisión y en foros de Internet aparecieron multitudes de "expertos", pero eso no fue lo peor.
La gran prensa, por supuesto, habló de hasta 200 víctimas. No importa que lo haya dicho en condicional, lo que la gente ve son las cifras. Todo mentira, por supuesto, aunque aún no se sabe la cantidad total, si es que alguna vez se sabrá. También utilizaron frases y expresiones altisonantes para vender más, sin importar si eso hacía mal.
Los políticos de la oposición se apresuraron a pedir interpelaciones y juicios políticos al MSP -que en esta ocasión actuó en mi opinión correctamente, lo que no siempre ha pasado- alegres de que ésto haya pasado también en Salud Pública. ¿Interés de solucionar esta tragedia, de instrumentar medidas de seguridad para solucionar los problemas que tienen todos los centros y evitar que algo así se pueda repetir?. No, gracias, ya tiré.
Pero no sólo hubo muertes en el Maciel. Médica Uruguaya y el Círculo Católico, en repugnante acción, se apresuraron a presionar al Ministerio para que abriera inmediatamente el corralito para conseguir socios de la Española. La primera de las mencionadas hace rato que tiene como política comercial hacer cualquier cosa para destruir a las competidoras.
Al mismo tiempo, una fantasmática Asociación de Usuarios intentó conseguir réditos de poder en la mutualista, destruyéndola ante la opinión pública para hacerse de ella. La gente no sabe que quien organizó todo esto es un ex empleado jerárquico de la Española, protegido de Magurno, quien escaló así rápidamente posiciones sin ningún mérito laboral visible y tuvo que irse ante múltiples denuncias de meter la mano en la lata.
EN RESUMEN...
¿Qué decir?. Pareciera que a nadie -por lo menos, a los entrevistados en la televisión, a los políticos y a los Nachos Alvarez- le importa si quedan funcionarios en la calle, si hay familiares o enfermos angustiados o si se puede aprovechar la catástrofe para mejorar algo en nuestro sistema de salud. Hay que buscar réditos personales y joder al competidor. Si hay algo que no le importa a nadie son los pacientes.
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