31 de octubre de 2009

Cine: Historia Ilustrada 1


LAS PRIMERAS MÁQUINAS, LUMIERE, MELIES
Desde el primer momento en que fue inventada la fotografía se pensó en algún dispositivo que permitiera ver esas imágenes -tan insólitamente realistas para la gente de la época- en movimiento. Algunos experimentos como el muy famoso de Muybridge -ese de las fotos de un caballo al galope activando cada una de las cámaras al romper una cinta con sus patas- permitió imaginar una utilidad de registro documental a la aún hipotética máquina que permitiría ver fotos en movimiento.

LUMIERE


Aunque es discutida -como tantas- la paternidad del nene se atribuyó a los hermanos franceses Louis y Auguste Lumiere, quienes presentaron la primera proyección pública el 28 de diciembre de 1895, fecha considerada como el nacimiento de este nuevo arte. La función fue un gran éxito, constando de varios cortos realizados por los mismos inventores.

Si bien económicamente les fue muy bien a los hermanitos, nadie se tomó en serio el chiche nuevo. Fue considerado como una novedad muy simpática, pero ni por asomo alguien pensó que de ahí se podía sacar algo considerado arte.

Los cortos que presentaron en esa y en las siguiente veladas eran mayormente registros de la vida real: salida de los obreros de la fábrica Lumiere, la familia tomando el té en el jardín o alguna llegada de un tren a su estación que provocó algún pánico entre los aún no entrenados espectadores. Pero también hubo lugar para lo que generosamente podemos llamar ficción: un joven que pisa una manguera para que no pase el agua y la deja salir en la cara del que va a mirar qué pasa -en lo que constituye la primera película cómica- o un muro derrumbado que se rehace milagrosamente -por supuesto, inviertiendo el sentido de proyección de las imágenes- que sería el primer efecto especial.

Con el tiempo, y ya muy enriquecidos, los hermanos enviaron equipos de camarógrafos por todo el mundo para rodar nuevo material. En la Rusia zarista el aviso de que un acto oficial iba a contar con reparto de comida y bebidas para la gente, provocó una avalancha con decenas de muertos rigurosamente documentada por una cámara Lumiere. Por cierto, el gobierno ruso no les permitió sacar la película del país y las pruebas fueron destruidas en lo que constituye, seguramente, el primer caso de censura en el séptimo arte.

MELIES

La propuesta artística -por llamarla de alguna manera- de los hermanos no evolucionó. Con pocas excepciones, y aunque parezca mentira, se siguieron filmando jardines, salidas de obreros y trenes que se abalanzan hacia los espectadores. Tendría que llegar otro francés, mago de profesión, llamado George Melies para que tuviéramos un progreso.

Con él ingresó en el cine el reino de la fantasía. Aquí tenemos algunos ejemplos de cortos digitalizados con el agregado -muy innecesario- de alguna toma moderna para poder comprobar que su interés era básicamente proporcionar un divertimento.

1898 - Un homme de tetes


El último video, en cambio, es un fragmento un poco mal conservado de un intento más serio de recrear un hecho histórico -y bastante contemporáneo a Melies- como es el caso Dreyfus.

Pero generalmente sus filmes -incluyendo el famoso "Viaje a la Luna" de 1905- pretenden cualquier cosa menos mostrar la realidad tal cual es.


1903 - Le chaudron infernal

Filmando con dos cámaras -como en el ejemplo de las cabezas- deteniéndola y volviendo a filmar, coloreando el celuloide, con decorados pintados... todo vale para recrear la imaginación de ese aventurero que terminó en la miseria. Al igual que los hermanos Lumiere, no supo avanzar en su estilo, siguió haciendo lo mismo mientras la novedad pasaba y los primeros espectadores cinematográficos comenzaron a perder la ingenuidad necesaria para maravillarse con sus trucos.


1899 - L' affaire Dreyfus

2 comentarios:

Bestiario dijo...

Interesante arranque.
Los Lumiere muy ingeniosos en su invento pero demostraron poca visión sobre el mismo.
Melies el primer grande de la historia del cine, aunque no tuvo la suerte que merecía.
Pavada de proyecto en el que te embarcás, contar la historia del cine no es para cualquiera.
Seré uno de los que siga los capítulos al firme.

Alvaro Fagalde dijo...

Muchas gracias, Besti. Uno lo hace con cariño al tema. Igual, ésto solo pretende ser una Historia más. Un poco menos exhaustiva y menos académica que las otras.