MC CARTHY CAGÓN
Como tantas manifestaciones autoritarias de la historia, la caza de brujas encabezada por el oscuro senador Joseph Mc Carthy no fue fruto de su afiebrada inspiración sino hija de su tiempo. Cuando termina la Segunda Guerra Mundial dos nuevas potencias surgen desplazando a los anteriores imperios colonizadores: Estados Unidos y la Unión Soviética, naturalmente. La anexión de varios países europeos (Polonia, Hungría, Yugoslavia, otros) en la órbita comunista aprovechando la lucha partisana y la anarquía de la primera post-guerra y la obtención de la URSS de la bomba atómica por obvias maniobras de espionaje llevó a la histeria en USA.
Una de las pruebas de que Mc Carthy no estaba solo en su histeria es que en realidad él no fundó ni integró como se cree, el famoso Comité de Actividades Antinorteamericanas que persiguió a supuestos agentes soviéticos en la industria del cine por la sencilla razón de que era un comité de la Cámara de Representantes y Mc Carthy era senador. Sin embargo, con sus paranoicas persecuciones desde su banca, quedó en la historia como la cara visible de una época lamentable de la sociedad norteamericana, que generalmente suele tener una actitud admirable en materia de libertad de expresión.
Del senador basta decir que en su momento llegó a denunciar que el 25 % de los oficiales del Ejército eran espías al servicio de la URSS (!!!!!), lo que agregado a que en ningún caso logró demostrar nada concreto, le llevó al descrédito total y murió de cirrosis relativamente joven.
HOLLYWOOD, UN NIDO DE SUBVERSIVOS
El Comité que sí se metió con la industria del cine -integrada entre otros por un joven diputado llamado Richard Nixon- presionó a los productores para que no les dieran trabajo a actores, directores, libretistas y demás trabajadores sospechosos de espionaje comunista, arruinando por tanto la carrera de mucha gente. Incluso hubo un músico (Epstein) condenado por introducir su ideología peligrosa en las películas que musicalizó, aunque nunca dijeron cómo pudo hacer algo así. Hicieron encarcelar a diez testigos llamados a testificar pero que no le reconocieron autoridad para entrometerse en las convicciones políticas de los ciudadanos (Los 10 de Hollywood) y presionaron para transformar en soplones y traidores a buena parte de la gente que trabajaba en los grandes estudios, cuyos dueños colaboraron activamente con el Comité, más por conveniencia para no perjudicar la marcha de los negocios que por convicciones políticas. Pero...
¿Y LAS GRANDES ESTRELLAS?
Si repasamos la lista de directores y actores perjudicados por la caza de brujas (Zero Mostel, Howard Da Silva, un joven Joseph Losey, un decadente John Garfield, tantos más) se advierte que no hay nombres famosos y taquilleros con la única excepción de Charles Chaplin, que se exilió en Suiza. ¿Por qué fue eso?. ¿Es que todas las estrellas eran simpatizantes del oligofrénico Mc Carthy?. ¿No hubo quien se manifestara en contra de sus autoritarios procedimientos?. Por supuesto que algunos hubo y hay un ejemplo poco conocido que me gustaría traer aquí y que me ha gustado siempre citar cuando algunos giles decían cosas como que si llegaba un gobierno de izquierda en Uruguay, ningún millonario inversor capitalista -o sea, políticamente conservador- iba a poner su guita aquí por el hecho de la imagen que tendría el país con un presidente no derechista.
El hecho es el siguiente: durante muchos años, coincidiendo con la época de oro de Hollywood el estudio más grande y exitoso fue la Metro Goldwyn Mayer, también el más conservador ideológicamente de ellos, con sus películas para "la familia" y su tradicional rechazo al más tímido cuestionamiento social. Pues bien, en aquellos años, en la MGM la estrella más taquillera era el actor y bailarín Gene Kelly. Como muy pocos saben, éste fue militante de un partido socialista pequeño, situado a la izquierda del propio PC americano. Cuando se le reprochó este hecho al director de MGM, en plena "caza de brujas", el jerarca -que no recuerdo su nombre pero que no sería exactamente un comunista- contestó que Kelly era la mayor fuente de dólares del estudio y que si se le prohibían actuar, él contrataría al propio Stalin para que dirigiera sus comedias musicales. O sea, business are business.
¿Por qué no persiguieron a las estrellas ya consagradas que tenían ideas "liberales" (como acostumbran llamar los propios americanos)?. No es que yo quisiera que lo hicieran, pero no suena lógico que no hayan molestado a ninguno de los grandes nombres, con la excepción ya citada de Chaplin, alguien que ya no era tan taquillero y que solía ser bastante polémico. Y atacable.
Hubo algunas marchas en contra del Comité donde participaron algunos famosos que luego no fueron molestados: Humphrey Bogart, John Huston, William Wyler, Burt Lancaster, Kirk Douglas. Ahí es donde cobra un poco de sentido la grosería del título que elegí.
UNA LISTA MUY ESQUEMÁTICA
No me resisto a hacer una lista de actores clasificándolos en liberales y conservadores. Es cuadrada y discutible como toda lista similar pero tenía ganas de mostrar las posturas de unos y otros. Hay quien pasó de un grupo al otro con el correr de los años (Charlton Heston, por ejemplo) y hay muchos que no reflejaron nunca en sus declaraciones públicas ni en su obra su posición (el propio Kelly). Me he limitado en lo posible al período en cuestión, sin incluir estrellas más recientes. También a la gente que expresó entonces libremente sus convicciones, no poniéndome a sospechar de los demás. No soy un Mc Carthy moderno.
Seguramente encontrarán algunas sorpresas. Ahí va:
LIBERALES
Gene Kelly, Burt Lancaster, Kirk Douglas, Henry Fonda (que uno creía un cavernario por sus peleas políticas con su hija Jane), Gregory Peck, Katherine Hepburn, Danny Kaye, Robert Ryan, Sterling Hayden, Edward G. Robinson, James Cagney, Charlton Heston (hasta los 60, en que se transformó en un gorila), Humphrey Bogart.
CONSERVADORES
John Wayne, Ronald Reagan (que antes de conocer a Nancy fue un liberal, les juro), Robert Taylor, James Stewart, Gary Cooper, Clark Gable, Barbara Stanwyck, Ginger Rogers, Robert Mitchum, Cary Grant.
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