Finaliza esta serie "Historia Ilustrada del Jazz". Por cierto, la música improvisada que tanto amamos seguirá su camino incorporando nuevos talentos y generando caminos inéditos, porque así debe ser. En los 34 capítulos anteriores se vio la evolución del género desde su formación a partir de muchas tradiciones diferentes y su mestizaje hasta la actualidad, anclado en una música "fina", selecta y minoritaria.
Éste no fue un trabajo académico y, por cierto, no es la mejor de las muchísimas historias que se han hecho -yo he leído unas cuantas- pero fue la entrega entusiasta de un aficionado desde un rincón tan remoto a la germinal New Orleans. Gracias a los avances tecnológicos en informática, fue posible complementar mis textos con la propia música de los artistas mencionados, permitiendo una interacción imposible para tantos libros tan meritorios. Esa posibilidad de escuchar a John Coltrane o Miles Davis, al mismo tiempo que se describía su estilo es lo que más me impulsó a realizar esta serie que está llegando a su fin.
Habiendo arribado al hoy -que todavía no nos permite estudiar en la imprescindible perspectiva que da el tiempo- finalizaré esta Historia con el recuerdo de algunos músicos que no tuvieron en su momento una reseña específica pero que vale la pena hacer conocer en estos agregados, ordenados alfabéticamente y reseñados brevemente.
Carla Bley
Carla Borg (1938- ) mantiene su apellido muchísimos años después de divorciarse del pianista free Paul Bley. Es de la clase de pianista más destacado por su actividad directriz y arreglística que como instrumentista, aunque no es nada despreciable. Menos vanguardista que Paul, su música tiene resonancias de Charles Mingus, aunque ha incorporado muchos elementos de rock y de hip hop en los últimos años. En los 60 se volvió a casar con un músico de comienzos free jazz, el trompetista autríaco Mike Mantler.
Hamiet Bluiett

Donald Byrd
Iniciado como tantos en los Messengers de Art Blakey, Donald Byrd (1932-2013) descolló como
descubrimiento joven tanto con Blakey como con Coltrane o Sonny Rollins. Sin embargo, a los pocos años comenzaría a generar polémicas interminables al haber sido uno de los primeros -antes que el más recordado "Cannonball" Adderley- en abandonar el hard bop para adoptar el nuevo sonido "funk", más comercial y menos purista pero no por ello, sin interés. La crítica especializada se ensañó un poco de más con este brillante trompetista que, si bien prescindió de desarrollar un camino arriesgado que en realidad pocos siguieron, nunca abandonó el buen gusto y la calidad. Un poco amargado por tantas críticas, en los últimos 40 años espació bastante su actividad en conciertos y grabaciones para dedicarse más a la docencia.
Bill Frisell

Lo más característico de su estilo es su gran dominio de los efectos electrónicos en la guitarra, que nunca son gratuitos sino elementos para ampliar su sonoridad y la variedad de acordes.
Con un estilo único, aunque un poco olvidado, si bien en los últimos años -como tantos otros músicos de jazz- Frisell se ha abierto a colegas de otros géneros, en esta década de los 10 ha vuelto a un sonido más puro. Su disco "East/West" (2005) permanece según los críticos como uno de los mejores del nuevo siglo.