12 de enero de 2012

A contracorriente: Sean Connery

Muchos lo olvidan pero los juicios de valor -los comentarios sobre la calidad de algo- son inevitablemente opinables. Nadie puede decir que un libro o una película es bueno o malo con la propiedad del que demuestra un teorema y a mí me puede gustar mucho algo que otro detesta y está todo bien. Nadie es ignorante o estúpido por opinar diferente. 
 
En mi caso, hay veces -más de las que yo quisiera- en que parece que quedo solo contra el mundo. En este terreno de lo opinable todos adoran a quien yo detesto o viceversa y nunca falta quien intente presionarme para que me deje de opinar distinto a los demás, esa aberración tan insoportable.

En materia de cine, podría detenerme en quienes no toleran una película que no sea hollywoodense, en que no haya la mayor cantidad de persecusiones automovilística o explosiones o cualquier otro tipo de intolerancias similares. Quiero referirme en esta serie de entradas a esos gustos puntuales en que parezco ser el único en todo el Universo conocido o por conocer que se atreve a desafiar lo establecido. Bueno, tampoco es para tanto.

No conozco a nadie que no crea que Sean Connery es (o fue dado que se ha retirado después de hacer la pedorra "La liga extraordinaria" en 2003) uno de los mejores actores del momento. Si bien no he visto el 100 % de las películas que ha filmado -nadie lo ha hecho con ningún actor, por otra parte- revisando la lista en IMDB, ando en un porcentaje bastante alto y puedo hablar con propiedad.

No me gustan los actores -o actrices- que siempre parecen estar haciendo invariablemente el mismo papel. Es un gusto personal, lo admito, pero tengo derecho a pensar así. Peor aún es cuando ese único papel que parece ser el límite de sus posibilidades escénicas es el rol del crack que se las sabe todas y es superior a los demás. Algo me dice que cuando una estrella sólo acepta esos trabajos es porque se la cree. John Wayne -otro que está en la lista- me parece un ejemplo clamoroso. El jubilado Sean, otro.

Admito, sin ningún problema, que este escocés tiene, sin duda, eso que se podría llamar algo así como "presencia cinematográfica". No me pidan la definición, pero hay muchos ejemplos de gente a la que un protagónico le queda muy grande y a Connery, nunca. Que el único papel que hace (de crack que se las sabe todas, etc. etc.) lo hace muy bien. Pero nunca jamás hace de otra cosa. El resto del elenco parece estar únicamente para ser unos giles que Sean aviva o unas presencias cuya única razón de ser es admirar -y si es mujer, algo más- al ex Mister Universo (ver segunda foto).

En "El día más largo del siglo" era un actor secundario y bastante desconocido y sorprende verlo en un papel -chiquito- de tonto hablador de más. Lo hace bastante mal, pero creo que con el tiempo podría haber aprendido a actuar un poquito mejor. Aclaro que no vi "Corazones apasionados" (1998), una comedia romántica donde hace de pareja de Gena Rowlands y quizás use un registro diferente, pero dudo que cambie mi opinión cuando por fin la vea. 

En resumen: me parece medio pilladito y bastante duro. Y estuvo bien su compatriota Ewan McGregor cuando le saltó: -"Qué venís a hablar de quién es un buen escocés y quien no, si hace mil años que no vivís acá?".
 

6 comentarios:

andal13 dijo...

Una cosa es ser un divino, y otra cosa es ser buen actor; hay algunos pocos que son ambas (las dos) cosas. El Yin Cóneri entra en la primera categoría: es un divino, y para qué más.

Alvaro Fagalde dijo...

Andal: supongo que coincidiría en todo si me gustaran los hombres. Pero hay gente mucha que insiste en que es uno de los mejores actores de todos los tiempos.

andal13 dijo...

¡Reconocé que es un lindo muchacho!

Pah, no, ni ahí con que sea buen actor. Pero sobre gustos, hay varias bibliotecas escritas.

Alvaro Fagalde dijo...

Ya no tan muchacho (81) pero reconozco que tenía lo suyo. No sé si todavía lo tiene.

eduardo om dijo...

Fagalde: no entendi muy bien el comentario, a mi me parece un buen actor, no el mejor de todos los tiempos, pero si bueno, creo que no hace el mismo personaje en el nombre de la rosa, que en alcatraz o que en James Bond. Tampoco entendi el final cuando dice que un colega "le salto", no es ud. un intelectual?

Alvaro Fagalde dijo...

Eduardo: no, no soy un intelectual. Para nada.

Como dije al principio, todo es opinable. Para mí, hace siempre el mismo papel: el del vivo que se las sabe todas. Y a mí no me gusta eso.

Pero -como ya dije- otros podrán opinar diferente y considerarlo mejor de lo que creo yo. ¿Qué problema?.