La de 1942 fue una elección muy especial y recordada. Uno diría que histórica, porque fue la que permitió salir definitivamente de la dictadura de la época, cuando Baldomir, el ex cuñado de Terra, luego de una jugada no del todo legal ("el golpe bueno") llevó al país a esta instancia electoral donde se terminó normalizando la vida democrática.
Ganó Amézaga con apoyo de batllistas y baldomiristas por sobre el terrista Blanco Acevedo, librándonos de tener un presidente colorado llamado Blanco. El Partido Nacional presentó al eterno Herrera y por la escisión de los nacionalistas independientes Martín C. Martínez (Fagalde, de segundo apellido). Además hay que resaltar que los colorados ganaron la Intendencia en los 19 departamentos.
Esta lista de los blancoacevedistas -así se decía nomás- no tiene desperdicio. Con el número que después popularizaría Pacheco, tiene a Domingo Bordaberry en el tercer lugar para el Senado (sí, el padre de Juan María) y un lema curioso: "Por los obreros del transporte" y un par de dibujos de un ómnibus y un trole junto a los candidatos.
Aunque no se nota, por el estado del papel original escaneado, esta lista tiene un número políticamente incorrecto: 666. También se la juega por los obreros del transporte y tiene un sublema que uno no imaginaría para los colorados: "Por la patria".
Lagarmilla no pasó a la historia junto a otros candidatos como Batlle, Baldomir o Sosa pero fue capaz de presentar una lista (la 500, aclaro, ya que ésta también tiene roto el número) ¡impresa con letra manuscrita!. O eso semeja el tipo de letra, bah.
Una lista herrerista integrada -para las candidaturas a diputados- únicamente por mujeres. ¿Qué talco?. Bien por ellas y bien por esa foto de un gaucho a caballo que podría ser Aparicio Saravia o algún tío mío maragato.
Esta lista 60 es una de las primeras -si no la primera mismo- en poner la foto del candidato como fondo del texto. Lástima que la tecnología de la época convierte a esta audacia artística en un entrevero bárbaro. Intenten leer el nombre del candidato a Intendente.
Este diseño de la Unión Cívica del Uruguay -recién sacaría estas dos últimas palabras en 1984- se repitió durante varias elecciones. Las damas -no olvidar que recién se había permitido el voto femenino- figuraban con su apellido y el de casadas, faltaba más. Aunque había muchas más señoritas, no sé si jovenzuelas o ya solteronas.
Esta fue la primera vez que el Partido Socialista utilizó el número 90. Con la conducción -que se prolongó durante varias décadas- de Emilio Frugoni.
...y para el final dejé la sellada. Sí, joven imberbe, Tortorelli existió, no es un mito y aquí está su lista. Su partido se llamaba "La Concordancia" (!?) y figuraba él y su esposa (Anatolia Manrupe) en los primeros puestos como candidatos a legisladores, intendente y ediles. Había algún otro que prestó su firma -incluyendo uno que tenía el extraño nombre de Toribio Valor- pero nunca sabremos si lo hacían en serio o le tomaban el pelo al candidato.
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