¿QUIÉN ES TSAI MING-LIANG?
Desde hace unos 8 años algunos cinéfilos de todo el mundo hemos aprendido que gran parte de lo mejor de la producción actual se está haciendo en el Sudoeste de Asia (más exactamente en China, Japón, Taiwan, Hong Kong y Corea del Sur). En los festivales de Cannes o de Berlín la mayoría de los grandes -y más esperados- maestros que presentan sus últimas películas no tienen ya nombres anglosajones, franceses o suecos. Más bien se llaman Takeshi Kitano, Kim ki-duk, Wong Kar-wai o Jia Zhang-ke. A diferencia del cine social francés de los 90 o el neorrealismo a la iraní o el presente boom del cine rumano, ésto no parece ser una moda y todos los años descubrimos autores interesantes y películas geniales.
Por cierto que no todas las cientos de cintas que se filman en el Asia amarilla son obras maestras. Pero parece haber la libertad suficiente para los autores mencionados -y muchos más no tan brillantes pero interesantes como Kiyoshi Kurosawa o Takashi Miike o a descubrir como Johnny To, Hirokazu Kore-Eda y Hou Hsiao-Hsien- puedan desarrollar su obra. Aunque, como bien sabemos, la censura en China es implacable. Y también hay problemas en Corea.
De todos ellos se destaca -aunque me resisto a hacer comparaciones, rankings y medidas- el malayo radicado en Taiwan Tsai Ming-liang, de quien Cinemateca Uruguaya presenta en su sala más chica -Sala 2- gran parte de su obra a partir del sábado 27.
Autor de ocho largometrajes -de los cuales vi 7- desde 1992 está desarrollando una visión propia del absurdo de la vida a través de un estilo definido aunque cada película sea diferente y trate diversos temas desde distintos ángulos. En Uruguay sólo tuvo estreno normal la tercera película "El río" y se presentaron en una semana a fin de año la segunda ("Viva el amor") y la cuarta ("El agujero").
Debutó con "Los rebeldes del dios neon", talentosa visión de la juventud taiwanesa que rehuía los lugares comunes de este tipo de producciones pero que era relativamente convencional. El estilo Tsai todavía no había llegado.
Que comienza con la citada "Viva el amor". Personajes que no suelen hablar entre ellos, planos fijos (en su última película no hay un solo movimiento de cámara y sospecho que no es la única), acciones sin sentido, sentimientos que no se explican. ¿Aburridas?. Para nada. ¿Difíciles de entender?. No necesariamente.
En las películas de Tsai (tanto en China como en Japón y Corea se dice primero el apellido y en segundo lugar el nombre de pila) la cámara suele estar emplazada en un ángulo del cual no se moverá, ángulo muchas veces diagonal, en perpectiva y con profundidad de campo. Suele pasar que no entendemos al principio lo que pasa en esas escenas cerradas que comienzan y terminan con la misma toma y donde los personajes suelen hacer actividades absurdas, inútiles o sin propósito. Sus personajes suelen ser obsesivos: en "Qué hora es ahí", por ejemplo, el protagonista -interpretado por Lee Kang-shen, que actúa en todas sus películas- quiere cambiar la hora de todos los relojes de Taiwan a la hora de París, adonde viajó la chica de la que está enamorado (Chen Shiang-chyi, que también actuaría en todas a partir de ésta).
Una de las manías de Tsai es el agua: inundando las casas de "El río" o "El agujero" o escaseando en "La nube errante" (o "El sabor de la sandía", la mejor película de esta década en mi opinión), en todos sus films suele ser un problema. Suele presentar escenarios desolados llenos de basura, escaleras, así como incomunicación entre sus personajes (aunque vivan juntos o sean pareja), soledad, individualismo. La acción siempre es visual, los diálogos suelen ser muy pocos y no aportan nada trascendente (en "I don't want to sleep alone" el protagonista no dice una sola palabra).
Tsai no es solemne y suele practicar un extraño sentido del humor, siempre visual. En "El agujero" comenzó con un experimento que pareció más logrado en "El sabor de la sandía": intercalar números músicales un poco naifs que comentan muy indirectamente el sentido de la película. Ésta última parece marcar el fin y el agotamiento de una etapa y la siguiente -y última hasta ahora- "I don't want to sleep alone" se ve como una obra de transición.
En suma, un director audaz, con una inventiva visual casi inagotable. Tiene un estilo propio e inconfundible pero con una evolución evidente y una búsqueda de nuevos caminos y temas. Uno de los pocos autores actuales en los que cada visión de sus películas enriquece el sentido de las mismas.
IMDB anuncia que está en preproducción "Visages" con Laetitia Casta, Fanny Ardant, Jean-Pierre Leaud (actor mítico de la nueva ola francesa que apareció como él mismo en "Qué hora es ahí") y, por supuesto, Lee Kang-shen. Habrá que ver.
FILMOGRAFÍA:
1992- LOS REBELDES DEL DIOS NEON- Debut bastante convencional -pero talentoso- acerca de los jóvenes de Taiwan.
1994- VIVA EL AMOR- Tres personajes ocupan un apartamento sin cruzarse casi hasta el final. Impresionante final de la chica llorando sin explicar por qué.
1997- EL RÍO- Un joven se enferma del cuello al actuar en una película sumergido en el río del título. Conflictiva relación con sus padres.
1998- EL AGUJERO- Aquí Lee Kang-shen vive solo y un plomero le deja un agujero en el piso. A través de él conoce a una chica también sola.
2001- ¿QUÉ HORA ES AHÍ?- Un vendedor de relojes se enamora de una chica que viaja a París donde se siente sola.
2003- ADIÓS, DRAGON INN- Es la única que no vi, acerca de un cine que cierra.
2005- LA NUBE ERRANTE o EL SABOR DE LA SANDÍA- La pareja de "¿Qué hora es ahí?" vive junta, sin nada que decirse. Él actúa en films porno. Increíble final, de lo más extraordinario que vi en mi vida.
2006- I DON'T WANT TO SLEEP ALONE- La más despojada de todas. El protagonista es golpeado y rescatado por unos inmigrantes hindúes. Filmada en Kuala Lumpur -Tsai es malayo- y no en Taipei como todas las otras.
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