30 de noviembre de 2010

¿Somos ciudadanos o somos hinchas de fútbol?

Vos sos hincha de un grande, pongámosle A (que me perdonen los hinchas de cuadro chico, entre los que me incluyo). Lo sos por tu padre, tu tío, algún amigo del barrio o porque agarraste una buena racha de A cuando eras chico. No importa, sos hincha de A y querés que siempre pierda B. Querés que gane cualquiera menos B.

Si un año tu cuadro -o sea, A- compra cualquier mamotreto de jugador, un DT chanta y encima se le lesiona el único que juega a algo y sale a mitad de tabla mientras B -el eterno rival- sale campeón, vos no vas a festejar, obviamente. En este punto, se distinguen dos tipos de hinchas: el que acepta que A no jugó a nada y que B fue mucho mejor y esperará fervientemente que la cosa cambie el año que viene o, por el contrario, el que le echa la culpa de la mala temporada a los jueces, los periodistas, la AUF, la FIFA o a Tenfield. A cualquiera con tal de no admitir que B jugó mejor que su cuadro.

En realidad eso no tiene nada de malo. Nadie puede pretender que un hincha de fútbol haga fuerza por otro cuadro que anda jugando mejor que el suyo.

Aunque algunos oligofrénicos lo afirmen -y en algunos casos sea cierto que el ser hincha de uno u otro equipo es una cuestión de distintos puntos de vista sobre el fútbol- no hay diferencias ideológicas entre ser hincha de Peñarol o Nacional, de Cerro o Rampla o de Boca y River. Cada uno es del que elije y siempre sigue queriendo al mismo aunque no levante cabeza y le vaya siempre mal.

Por otro lado, en materia de política -dicha esta palabra en el sentido más general posible- creo que las cosas deberían ser muy diferentes. ¿Qué quiero decir con eso?. Ni más ni menos, que debemos pensar con cabeza propia. Por lo menos nosotros, los que no buscamos cargos ni tenemos intereses directos en cada elección.

En el Uruguay -sin que nadie que yo sepa haya hecho alguna afirmación pública al respecto- ha habido un enorme cambio cultural en la política partidaria. Se ha eliminado en gran medida aquello tan común hasta antes de la dictadura de que alguien -y no sólo una persona sino también una familia entera "era" blanca o "era" colorada. Votaban a su partido, sin importar quién estuviera ni qué pasara.

Otro gran cambio inédito en nuestro país fue la desaparición de la heterogeneidad de ambos partidos tradicionales que, desde siempre abarcaban gran parte del espectro político conteniendo fracciones muy diferentes entre sí, frecuentemente enfrentadas duramente. Es más, los dos partidos tienden a parecerse cada vez más y a tener intereses comunes.

Como todo el mundo sabe, el 1º de Marzo de 2005 asumió el Poder Ejecutivo el Frente Amplio. En buen romance, los que siempre fueron oposición y nunca tuvieron el poder, ahora lo tenían en soledad y, al mismo tiempo, por primera vez eran oposición los que siempre estaban en el gobierno, ya sea directamente o en coalición. Como era lógico suponer, tanto unos empezaron a justificar lo que antes criticaban como los otros comenzaron a preocuparse por lo que antes no les importaba.

No me importan los dirigentes. Me preocupa esa cantidad de gente que están esperando que les digan lo que tienen que pensar. Los que jamás verán algo positivo en el de la vereda de enfrente. Los que aplauden una cosa si la hace su partido y están en contra si eso mismo lo hacen los otros. Que ven la corrupción en el ojo ajeno pero nunca la propia. Que ven el mundo en un muy simplista blanco y negro, creyendo que todos los virtuosos están de un solo lado.

Me parece perfecto si alguien quiere "ser" de un partido, sentirse parte de él y/o estar afiliados. El problema -creo- es cuando comenzamos a aceptar pasivamente ABSOLUTAMENTE CUALQUIER COSA que digan los dirigentes de nuestro "equipo" o cuando usamos cualquier argumento -o lo que es lo mismo, repetimos como unos loros los argumentos que usan "nuestros" políticos- sin pensar jamás su pertinencia. Todo con tal de "reventar" a los rivales.

Creo que debemos ser ciudadanos y no hinchas de fútbol que apoyan a un cuadro aunque sea el peor del campeonato. Preferir a uno, sí, pero no al punto de entregarles un cheque en blanco, para que después hagan cualquier desastre y uno esté atrás de ellos defendiéndolos. Cuestionar, criticar, meditar. Incluso, ser capaz de cambiar el voto para demostrarles que ellos se lo tienen que ganar si lo quieren. Y escuchar a los demás, sin demonizarlos.

P.D.: Por cierto, no crean que digo lo que he dicho apuntando a un sólo partido. El que esté libre de pecados, que arroje el primer cascote.

12 comentarios:

Marple dijo...

De acuerdo.
"Más claro...echarle agua".
Te lo digo así, en código de refrán popular por las dudas que al Wikileaks le dé por descifrar tu blog:)

andal13 dijo...

Ta clarito.
Sin embargo, vos y yo conocemos gente que es hincha del partido político -o del candidato- y tiene como una suerte de incapacidad para verle los defectos que necesariamente tiene, por ser humano, y pa' pior, político; lo mismo vale para reconocer en un oponente político algunas virtudes que seguramente tiene.
Suele ser la misma gente -o al menos, tengo esa sensación- que se pone la camiseta que dice "Yo los voté" o "Yo no los voté", como que fuera una filosofía de vida, o una declaración de algo.

Yo los voté, pero no me gustan muchas de las cosas que estoy viendo, o que están saliendo a la luz (en esta administración y en la anterior).



Y ahora, a lo que realmente importa: que el sábado el Rácin le gane al manya, vo!

Alvaro Fagalde dijo...

Andrea: 100 % de acuerdo. Con un empate el sabado me conformo.

Marple: no creo que haya muchos documentos de la CIA en mi blog.

Alvaro Fagalde dijo...

Este domingo 5, mi comentario sobre el libro "El padrino".

andal13 dijo...

El de Mario Puzzo, me imagino!







(Jijiji!!!!)

Detaquito dijo...

EL FRENTE ES UN SENTIMIENTO
QUE LA GENTE LLEVA BIEN ADENTRO
NO ME IMPORTA YO LO SIGO A DONDE JUEGAAAAA
SOY DEL FRENTE HASTA QUE ME MUERA

DALE DALE DALE ROAZUBLA! DALE DALE ROAZUBLA!

Jejejeje, mas alla del chascarrillo, estoy totalmente de acuerdo con lo que decis, alvaro estimado, es mas me juego unos cuantos boletos a que si se entrara a pensar, a razonar un poco, lograriamos mayores avances como sociedad...

Detaquito dijo...

Ah, y VAMO' EL REISING EL DOMINGO! :P

Alvaro Fagalde dijo...

Me emocionaste, Deta. Saludos al muñón de mi parte.

Andrea: Un día voy a comentar la trilogía de Coppola, pero la entrada del domingo no es exactamente sobre ese tema.

gabriela alves dijo...

voy a esperar con gusto el comentario del libro "El padrino"..no lo lei, pero algo se de ese personaje, y siguiendo la linea de razonamiento de la entrada, ya que el libro esta escrito por alguien que milita en las mismas filas de el padrino, me gustaria ver que dice. pero por lo que dijo en una entrevista en Buscadores, me parece que elogia el clientelismo y amiguismo politico,que hacen a la matriz cultural de Uruguay y que fue moldeado por los partidos tradicionales por mas de dos siglos. Esta es una de las causas por las cuales el ejercicio de la politica sea visto con prejuicio por mucha gente. Y estoy de acuerdo con vos, hay que pensar con cabeza propia, eso es algo que se conquista dia a dia, porque venimos "formateados" desde la cuna para lo contrario...desde que la mama quiere obligarte a usar chupete aunque vos lo escupas una y otra vez y llores y patalees, pero la mama quiere enchufarte el chupete justamente para que no llores...problemas de comunicacion que le dicen.

Alvaro Fagalde dijo...

Gabriela: en realidad el libro critica al amiguismo cultivado -sin sonrojarse en ningún momento- por el personaje.

Cuando yo era chico, muchísima gente decía que su familia siempre había sido blanca (o colorada) y que por eso iba a votar lo mismo toda la vida. Había montones de sectores en cada partido que no tenían nada que ver pero sumaban sus votos.

Eso ha cambiado en los últimos años. Aunque no tanto como uno quisiera y sigue habiendo mucha gente necia, incluyendo a los del FA que aplauden cualquier cosa que haga el gobierno, sea lo que sea.

gabriela alves dijo...

estoy de acuerdo contigo claro que en todos los partidos pasan esas cosas, claro que si, nunca quise liberar de "culpa anadie". la cultura de este pais esta marcada a fuego por el devenir de los partidos politicos. al punto que se da el nombre de partidocracia a nuestra democracia. pero sobre todo los partidos tradicionales por haber nacido incluso antes que el Estado, han construido subjetividad en estas tierras

Alvaro Fagalde dijo...

Creo que tenemos que exigir a los dirigentes, no dejarlos que hagan cualquier cosa.
Apoyar lo que a uno le gusta, sí, pero sin repetir como un loro lo que ellos digan, sino más bien recibir críticamente lo que digan.